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  • Foto del escritorLa Noticia al Punto

UNIDOS, MÁS QUE NUNCA, por Guillermo Dellamary

El privilegio de la unidad familiar es uno de los más grandes regalos de la vida. Si ya lo posees, habrá que cuidarlo; si no, habrá que construirlo. Aquí, algunas de las más importantes consideraciones:

1.- El camino más fácil es el de la desunión, es el más transitado y practicado. Si dejamos las relaciones sin atender, la tendencia es el aislamiento , la incomunicación y finalmente la ruptura.

2.- Las principales emociones que nos alejan, tienen que ver con la envidia, la rivalidad y los celos. Estarse comparando y discutir, crean un ambiente tóxico, que ayuenta a los miembros de un grupo o familia.

3.- Darle mayor valor a una convivencia agradable y divertida, es una fórmula acertada. Casi nadie rechaza volver a reunirse, si en la última ocasión, se la pasaron muy bien. El arte de unir personas, tiene que ver con el buen gusto de crear ambientes positivos y agradables. La tensión, las críticas, los chismes y las intrigas son muy malos ingredientes.

4.- Dejar que las cosas fluyan en la libertad y la decisión espontánea de los que quieran asistir y nunca criticar ni devaluar el que no lo hagan, además de ser de mal gusto es un comentario que puede ofender. Los que no asistieron. se enterarán de lo buen de la reunión y les nacerá asistir para la siguiente.

5.- Buscar que en las convivencias triunfe el buen humor y la alegría, por ello promover juegos de mesa, música, rica botana y comida es una garantía. De aquí que es mejor no tratar temas polémicos y difíciles, sobre todo del pasado y sus conflictos. De seguro, van a estropear la reunión.

Cómo se puede notar la unidad de las personas se basa en los elementos más positivos y divertidos, a lo que casi nadie le huye. Así que un principio elemental, para promover la unidad grupal, es procurar convivencias sanas y alegres. Esa ha sido la receta de muchas abuelitas que han logrado mantener unida a sus familias. Es hora de practicarla.


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