top of page

Rosa de los Vientos del 28 de julio de 2023, por Israel López Chiñas



En el sector empresarial se ponen fifis, quieren ser gran elector y gobierno aristócrata: no aprendieron del sexenio


El sector empresarial de Guanajuato ha comenzado a mostrar seria preocupación por la factibilidad de que Morena pueda ganar en el 2024 las elecciones a la Gubernatura. O, mejor dicho: parte del empresariado, la de sangre azul, ha comenzado a preocuparse porque en el PAN se haya perdido la capacidad de cambio para ofertar al electorado opciones atractivas ante los yerros cometidos por años.


El más evidente ha sido Luis Gerardo González García, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de León, quien de repente quiere aparecer como el representante de la sociedad civil -que no lo es, sino de un grupo empresarial-, para luego hacer aflorar sus filias y con ello mostrar, sin querer para dónde va y qué quiere.


Hace unos días, sin mencionarlas (a Libia Dennise García Muñoz Ledo y Alejandra Gutiérrez Campos, aspirantes panistas a la Gubernatura), Gerardo González lanzó: “No queremos que por apetitos políticos venga un desgaste y que se pierda entre pleitos el estado y que tengamos políticas públicas que no abonen”.


“Puede dividir a Acción Nacional y les pedimos a los partidos que por favor tenemos que cuidar al municipio y al estado, no a su coto particular, deben de sentarse como partido y si piensan poner un apostolado ¿Cómo pretenden que sea la mejor opción para el municipio o el estado? No que sea el ego de un equipo o que sea el negocio particular de alguien”, fueron sus palabras.



El presidente del CCEL, altamente preocupado por la división del PAN, con su galimatías tendía camita afirmando que no les importan los colores de los partidos, sino que lleguen los mejores profesionistas a ser los candidatos. Eso sí, que no se divida el PAN.


Luego, en Irapuato hicieron cónclave dirigentes de las organizaciones empresariales para querer imponer a los partidos políticos un decálogo, haciendo “un perfil de candidato” a fin de que sean apoyados por el “empresariado”; algo así como lo que ellos llaman “la sociedad”, donde la sociedad es ellos mismos, los de su clase, no los demás.


Tal parece que no han entendido lo que ha pasado en México en los últimos diez años ni las razones por las cuales Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, ganaron las elecciones en 2018 y aún mantiene una altísima popularidad el tabasqueño, a pesar de varias de sus decisiones de orden político-económico, que no gustan entre algunos empresarios.


Su “queremos poder proponer (a los partidos) desde nosotros qué perfiles de candidatos nos gustaría que participaran para colaborar todos juntos”, desde el chantaje del si no siguen lo que demandamos no cuenten con nuestro dinero y apoyo, tampoco ofrece una lectura actualizada de las tendencias electorales en Guanajuato, donde el PAN, luego de treinta años en el poder estatal, no supera ya sus votaciones más altas, que tienen más de 15 años, y enfrenta a un Morena que crece en las encuestas y amenaza ganar varios municipios, sobre todo en el corredor industrial.


Siguen poniendo sus barditas contra los demás.


La respuesta "comedida llegó" desde un aliado de Morena. Sergio Contreras, dirigente del Partido Verde Ecologista de México, les recordó a los empresarios que hay una cosa llamada Constitución y que, desde su primer articulado pugna por desterrar la discriminación.



Rechazó, a nombre de su partido, el PVEM, aceptarles sus “perfiles” y dejó muy en claro que la intención de este empresariado es convertirse en el “Gran Elector” en Guanajuato, reproduciendo la mentalidad del sector de hace 30 años, cuando impusieron una mentalidad proempresarial en el PAN, ganando candidaturas y puestos públicos a raudales, al grado de muchos de plano abandonar sus empresas, abriendo una brecha social en Guanajuato que resulta vergonzosa para algunos panistas en la actualidad y que saben es el posible germen de una futura derrota.


A su modo, este grupo empresarial bien podría recibir del PAN el “mejor no me ayudes” que Xóchitl Gálvez y el propio PAN le endilgó a Vicente Fox cuanto reclamó sus privilegios perdidos y pidió desaparecer los programas sociales que han aliviado la economía de millones.


Topografía

Altimetría. Hoy, hoy, hoy, Luis Felipe




La Universidad de Guanajuato (UG) ha arribado a una encrucijada: continuar como una institución respetuosa de las leyes y de los valores que la han impulsado o erigirse como una casa de estudios que perdió el rumbo, debido al interés de un grupo de personas dirigidas por Luis Felipe Guerrero Agripino, quien al frente de la Administración General en calidad de Rector General, al final de dos periodos quiere mantener con sus seguidores “los privilegios” para lo cual buscan imponer como sucesora a Claudia Susana Gómez López.


Este viernes 28 de julio, al filo de la 10:00 horas que está programa la Sesión del Consejo General Universitario (CGU) se puede resolver el grave problema o se desata la más grande crisis en la Máxima Casa de Estudios de Guanajuato que podría “alcanzar” la administración estatal que encabeza el panista, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, porque hubo visos respecto de la actuación de Luis Felipe Guerrero Agripino, desde la movilización universitaria en el 2019 por violencia contra las mujeres.


La respuesta única para la superación del problema que se tomó la libertad la más alta autoridad de la UG y sus funcionarios, es que LFGA y la secretaria general, Cecilia Ramos, sean separados de sus cargos o presenten sus respectivas dimisiones, para que la vida “universitaria continúe” y se reanude el proceso de selección de la persona (hombre o mujer) que ocupe la Rectoría General el próximo mes de septiembre de acuerdo con la Ley Orgánica de la Universidad de Guanajuato.

Se espera que a la sesión del Consejo General Universitario acudan los peticionarios de recusación del rector y secretaria general, los rectores de campus y aspirantes: Teresita Rendón Huerta, Armando Gallegos y Carlos Hidalgo. Además de 157 miembros de la comunidad universitaria que también exigieron a esa instancia que Luis Felipe y Cecilia Ramos, saquen las manos del proceso por ser partes de la Comisión Especial.


Por la importancia de la reunión y porque había sido programada para recibir el dictamen de aceptación o no de los cinco aspirantes inscritos para continuar en las diferentes fases del procedimiento por la rectoría general, se espera una manifestación de más universitarios incluidos estudiantes, quienes fueron primeros en “llamar la atención” de diversas autoridades debido a la carencia de democracia en el proceso porque al Rector General lo nombra un grupo de notables, una Junta Directiva.

Desde que se lanzó la convocatoria para el proceso de designación de la persona que ocupe la Rectoría General para el periodo 2023-2027, el 26 de mayo, se inculpó a Luis Felipe Guerrero Agripino, presidente de la Comisión Especial, de haber ordenado la aprobación por fast track la invitación para la selección de su relevo por la Junta Directiva de la UG.


Al momento tres rectores de campus, aspirantes inscritos para competir por el rectorado, han pedido al Consejo General Universitario que retire del proceso de renovación al rector Luis Felipe Guerrero Agripino y a la secretaria general, Cecilia Ramos Estrada como una medida urgente y por la equidad, debido a que los dos Altos Funcionarios de la Colmena Universitaria, pusieron a disposición de la candidata del Rector General, Claudia Susana Gómez López, todos los apoyos institucionales de UG.



Los cuales incluyen la Dirección de Comunicación y de Enlace donde es titular Rodrigo Guadalupe Nájera Trujillo; la Operación Política de la Secretaria General, Cecilia Ramos Estrada, del director del Colegio de Nivel Superior, J. Merced Rizo Carmona, como de otros funcionarios.


bottom of page