Una amistad viciada, por Azul Etcheverry Aranda
- La Noticia al Punto

- 15 may 2022
- 3 Min. de lectura
A su regreso de la gira de trabajo por Centroamérica y el Caribe, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la firma de un convenio de cooperación con el ejecutivo cubano Miguel Díaz-Canel en materia de salud, en el que destacó becas para que personal médico estudie en Cuba, la adquisición de la vacuna producida en la isla para su administración en población infantil en contra del Covid-19, además de la contratación de médicos cubanos para que atiendan en territorio nacional.
De acuerdo con el presidente López Obrador, la contratación de personal médico cubano responde al déficit de médicos generales y especialistas que hay en México, fenómeno que se agrava en zonas remotas o rurales ya que los prestadores de servicios médicos buscan desarrollar su práctica en zonas con mejores condiciones. No existe una planeación adecuada ni enlaces médicos en zonas rurales, agravando el concepto que se tiene de justicia e inequidad en las contrataciones en los diversos lugares de trabajo, dentro y fuera de las principales ciudades.

En un documento firmado por las principales federaciones, asociaciones y colegios médicos de México, expresaron su preocupación y desacuerdo con esta medida argumentando que no necesariamente los médicos que llegan a México reúnen las competencias necesarias, asegurando que en México sí hay personal con capacidad, pero no es bien aprovechado, están en el desempleo o laborando en zonas de alta peligrosidad.
Este desequilibrio entre la oferta y la demanda se ve representado en algunos factores determinantes que hacen que en México las estimaciones indiquen que hay 2.4 médicos por cada mil habitantes, mientras que el promedio de las naciones miembro de la OCDE sea de 3.4. En nuestro país alrededor de 12 mil médicos se titulan cada año, sin embargo, en la mayoría de los casos los esquemas de contratación son informales, sin prestaciones ni seguridad social, ello sin contar los sueldos que llegan a estar tres veces por debajo de lo que perciben sus colegas en Brasil o Argentina.
Independientemente de ello, se deben estudiar las estructuras de funcionamiento de estas brigadas médicas internacionales, en específico las cubanas, en las que observadores de organismos internacionales como la ONU han detectado irregularidades bajo estándares internacionales, al margen de la politización y los temas ideológicos. El gobierno mexicano debe ser muy precavido para no incurrir en una serie de violaciones a derechos humanos observadas bajo estos esquemas usados en el pasado.
En ese sentido, dentro de estas irregularidades en dichas misiones las labores son voluntarias, pero se especula que existe coacción en los procesos de selección que los obligan a aceptar a participar en estas brigadas. De igual forma, en muchas de las ocasiones el país receptor no es el que paga los salarios de manera directa, sino que lo hace mediante la intervención del propio gobierno cubano que retiene buena parte de los ingresos que debieran pertenecer al especialista.
Por otra parte, diversas quejas respecto a las largas jornadas laborales y la imposibilidad de movilizarse en territorio del país huésped a partir de una vigilancia continua, la cual, incluso, llega a interrumpir sus comunicaciones con sus propias familias, entre otros derechos que se ven coartados descritos en las relatorías internacionales. Al final del día se trata de otra de tantas improvisaciones basadas en una retórica cada vez más desgastada basada en ideales y no en realidades.






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