¿Sin testamento al fallecer? Esto es lo que pasa con tu patrimonio en México
- La Noticia al Punto
- 19 sept
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¿Qué implica la sucesión intestamentaria?
En México, cuando una persona muere sin haber dejado un testamento, inicia un proceso legal conocido como sucesión intestamentaria. Este mecanismo determina qué pasará con los bienes del fallecido y suele convertirse en un procedimiento largo, costoso y desgastante que afecta la convivencia familiar.
De acuerdo con Renato Toledo, abogado de notaría en la Ciudad de México, si los herederos son mayores de edad y logran un acuerdo, pueden acudir ante un notario para iniciar el trámite. Sin embargo, si existen menores de edad o no hay consenso, la familia debe presentar la solicitud ante un juzgado de lo familiar, lo que alarga el proceso.
La abogada Paulina Sandoval detalla que se requiere el acta de defunción y documentos que acrediten el parentesco. El juez también ordena revisar los archivos notariales del país para comprobar que no exista un testamento previo, trámite que cuesta entre 3,000 y 5,000 pesos.
¿Cómo se reparten los bienes?
Confirmada la ausencia de testamento, el juez notifica a los posibles herederos, quienes pueden ir desde hijos y padres hasta parientes colaterales de cuarto grado, como primos hermanos o sobrinos nietos. En la primera audiencia se nombra a un albacea, responsable de administrar la herencia, inventariar los bienes y elaborar un proyecto de distribución.
Sandoval aclara que, si existen hijos, los bienes se dividen en partes iguales. En caso de que el fallecido deje cónyuge y descendencia, el cónyuge recibe lo mismo que un hijo, siempre que no cuente con bienes propios suficientes. Si no hay descendientes, padres ni hermanos, el cónyuge hereda la totalidad.
El albacea también debe regularizar inmuebles, liquidar deudas y garantizar que el patrimonio esté en orden antes de la adjudicación final, etapa en la que los herederos se convierten en propietarios legales.
¿Por qué el proceso resulta tan complejo?
Los especialistas coinciden en que una sucesión intestamentaria puede tardar más de diez años cuando hay conflictos familiares y múltiples herederos. Incluso en casos sin controversia, el procedimiento suele extenderse entre dos y tres años debido a los recursos legales que cada heredero puede interponer.
Según Toledo, estos juicios no solo implican gastos económicos y trámites prolongados, sino también fracturas familiares que, en ocasiones, nunca logran repararse. Por ello, subraya la importancia de elaborar un testamento en vida.
“El testamento evita pleitos, reduce tiempos y costos, y permite que la voluntad del fallecido quede clara. Es la única forma de garantizar una transición patrimonial sin conflictos”, concluyó el notario.
Por Cadena Política
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