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Rosa de los Vientos del 11 de agosto de 2022, por Israel López Chiñas

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • 11 ago 2022
  • 5 Min. de lectura

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Ataques hechos por criminales produjo miedo y confusión en guanajuatenses; esperan reacción oficial


Si la Administración Pública Federal tenía conocimiento respecto de la zona de influencia del grupo criminal con presencia en 28 de 32 entidades federativas, cuyo cabecilla fue “capturado” por el Ejército Mexicano en Ixtlahuacán del Río, y por experiencia se sabía que podría sobrevenir una reacción inmediata ¿por qué razones no se avisó a gobiernos de los estados de Guanajuato y Michoacán a fin de evitar los ataques de la criminalidad?

La base de la oleada de las agresiones suscitadas en ocho municipios del estado de Guanajuato, y otros más en Jalisco y Michoacán, produjo la noche del martes que se prolongó a ayer miércoles, un escenario de terror debido al total de tiendas y vehículos automotores incendiados, amén de dos horas de balazos en el Corredor Industrial del Bajío, que recrearon miedo como pérdida de esperanza de la ciudadanía de que sus autoridades puedan “terminar con la violencia” en lo inmediato.


Lo que se comprendió como la gran verdad, detención de un cabecilla del brazo armado del cártel del vecino estado, fue desmentido durante la mañanera, un día después de los ataques irracionales que dejaran 2 traileros asesinados en Abasolo y una población estatal dominado por los miedos, que promueven al momento la economía nacional y estatal con incrementos en los precios de los productos de la canasta básica, disminución del poder adquisitivo de salarios, aumento de condiciones de pobreza, la pandemia y la inseguridad por la violencia e impunidad.


El día después, en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la SEDENA, General Luis Cresencio Sandoval, precisó que tanto “El Doble R como “El Apá” no estaban ubicados en la lista de detenidos; pero los “operativos continuaban para detectar en dónde estaban escondidos”, información descubierta durante la sesión diaria de seguridad del Jefe del Ejecutivo. O sea no hubo cabecillas detenidos en el municipio jalisciense, sólo “presencia de civiles armados”, agregó el General de División, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional.



La respuesta del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, limitado, informó que se detuvo a 11 personas acá y que el fiscal del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, sigue trabajando para capturar más responsables de los hechos, omitiendo tanto el reporte de los asesinatos como otros eventos, reconociendo que el escenario de terror producido por células del cártel jalisciense fue la reacción de criminales por los operativos hechos por fuerzas federales en el estado de Jalisco.



Los efectos


Indistinto de la aclaración de detención o detenciones, lo sobresaliente de la noche “más peligrosa” en el estado de Guanajuato, martes 9 de agosto, resultó la falta de coordinación efectiva entre los 3 órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal para atemperar las reacciones del crimen organizado o para reaccionar de inmediato, a fin de impedir el accionar de los grupos sociales que llevan a cabo tareas de apoyo. La delincuencia organizada crea grupos que actúan a su alrededor.


El factor sorpresa. La forma en que actuaron los integrantes del grupo criminal identificado como jalisciense, con el fin “producir temor” entre los pobladores de los tres estados para “proteger” el escape de uno o dos de sus cabecillas, o ejercer presión contra la autoridad como pasó en Sinaloa, impactó fuertemente entre pobladores que no desconocían los efectos de la inseguridad, pero las lenguas de fuego de las tiendas y vehículos incendiados, y andanadas de disparos de armas de fuego exhibidas en videos ganaron presencia para producir lo buscado: “el miedo”, debido a la falta de apoyos de los gobiernos más cercanos.


Bloqueos. Las células delictivas de una organización criminal lograron el objetivo, visto desde lo manifiesto, aunque después de sus acciones las autoridades tuvieron la especie de control para sofocar incendios y atender las urgencias; “pero los daños estaban hechos” en Apaseo el Grande, Abasolo, Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao, León como en Guanajuato Capital. El centro neurálgico del Corredor Industrial del Bajío.



Topografía.


Agrimensura. El costo de la vida


La violencia que aterrorizó a los guanajuatenses prácticamente nubló la principal información económica de la jornada y que atañe a todos, por su impacto en nuestros bolsillos: la inflación en México alcanzó su techo más alto en los últimos 22 años y lo peor, su efecto más dañino se está dejando sentir en la adquisición de alimentos para las familias.


El alza de precios está golpeando con una saña desconocida a los mexicanos nacidos en este siglo. De acuerdo con el INEGI, es decir, información oficial del Estado mexicano, la inflación anual en julio llegó al 8.15 por ciento, la más alta registrada desde el año 2000. Pero, al hacerse los desgloses de impacto, resulta que llevar alimentos a la mesa de nuestras familias tiene un costo todavía mayor, lo que está generando una honda preocupación entre la población.


Veamos, en julio pasado, la inflación anual registrada en alimentos, bebidas y tabaco fue de 12.09 por ciento; en productos como frutas y verduras del 16.16 por ciento, así como productos pecuarios (carnes) 15.96 por ciento.


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Además, los datos precisan que la inflación anual acumula ya 9 meses consecutivos con un nivel superior al 7 por ciento. Esto, qué quiere decir, bueno pues llevamos 9 meses consecutivos con más de 3 puntos porcentuales encima de lo que proyectó como su objetivo el Banco de México. En otras palabras, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha podido contener del todo la inflación, le puso diques para que no llegara al 10 por ciento, con el subsidio a la gasolina, pero nada más. Aun así, sigue en aumento constante y puede llegar a fin de año a esos dos dígitos no queridos.


Sin un plan económico de gran calado para la contención de la inflación y recuperación de la economía nacional por parte del Gobierno de México, las cosas han ido empeorando. La inflación alimentaria es la prueba fehaciente de que el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) deja mucho que desear, pues lo que ha aumentado fuertemente son los alimentos que más consume la población en condición de pobreza. Estudios del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) confirman, “la inflación en la canasta de consumo ha sido mayor para hogares de menores ingresos desde agosto de 2021”.


El PACIC, queda como un mero esfuerzo gubernamental diseñado al botepronto, al haberse erogado 574.874 millones de pesos durante los dos meses y medio que lleva implementándose con subsidios a la gasolina y electricidad doméstica, pero limitado a la hora de atajar el alza de precios en los 24 productos de la canasta básica. Así, durará hasta donde haya dinero del erario.


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Con este escenario, tampoco ha sido claro qué harán otras autoridades para no “clavar” de más los dientes en la población. El Gobierno del Estado y los gobiernos municipales, poco o nada han dicho sobre sus acciones para ayudar a las familias en este trance. Quede como ejemplo que, hasta ahora, el secretario de Educación de Guanajuato, Jorge Enrique Hernández Meza, no ha hablado fuerte sobre el penar de los padres de familia con la insensibilidad en el sector escolar a la hora de imponer las compras de útiles o uniformes para el nuevo ciclo.



 
 
 

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