Uno de los sucesos que sin duda marcarán en la historia del actual gobierno, será la creación de la Alianza Federalista; conformada por 10 de los Estados que más aportan al PIB, exigen el dialogo con la federación por el injustísimo presupuesto que recibieron para 2021. Ya van 23 meses de “transformación” y en ellos se ha visto erradicada casi por completo la democracia, porque; o estas con AMLO o no estás.
Desde sus inicios, este gobierno dejó muy clara su postura; los caprichos de Obrador son y serán respetados cual decreto faraónico, autócrata y falto de escrúpulos, desamparó a los niños con cáncer, desempleó a miles de personas al cancelar proyectos con base en consultas ilegales, se mofa del pueblo preguntando si quieren que se aplique la ley, organiza rifas (sin premios) y deja en ridículo ante la ONU a la nación. Pues pareciera que ahora, a falta del Partido “México Libre”, su mayor enemigo es el Estado de Guanajuato.
Sin contar con proyectos de obras públicas, de apoyo para conservar empleos durante esta crisis, mucho menos para impulsar la economía, intentando secuestrar las dependencias propias del Estado para ser integradas a la Federación, Guanajuato, es el Estado que en proporción menos recursos recibe por persona de parte de la federación, sin importar que sea la sexta economía del país.
Al Estado se le redujo en 60% los recursos federales en comparación con los dos primeros años de gobierno anterior, esto a causa de la eliminación de los fideicomisos concursables para proyectos específicos, ahora este dinero será concentrado en el Gobierno Federal y utilizado para financiar los proyectos que mejor le parezcan al Primer Mandatario.
El mensaje del Gobernador de Guanajuato fue claro; Se empieza a tener un dialogo republicano, o se luchará junto con los otros 9 estados que conforman esta Alianza para romper el Pacto Federal, esta es una medida que nos debería preocupar, pues nos perjudica directamente la desafortunada probabilidad de desintegrar una nación en pleno siglo XXI, ya que los mercados globales y tratados internacionales son en base a la estabilidad de cada país. No es conveniente para nadie que se desintegre nuestra patria, pero la impotencia que sentimos los mexicanos al no ser escuchados por no estar de acuerdo con el presidente nos ha llevado a pensar en esta media.
Tal vez el presidente subestima la posibilidad de un rompimiento, pero durante el siglo XIX, hubo quienes tampoco creyeron que la cuna de la independencia sería esta tierra Guanajuatense, esperemos que López Obrador pronto atienda a los reclamos de la Alianza Federalista y entienda que el único sofisma que México percibe en estos días es; La Cuarta Transformación.