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  • Foto del escritorLa Noticia al Punto

Defensores, por Azul Etcheverry Aranda

Durante la semana se dio a conocer el caso de Manuel Guerrero, un mexicano que reside en Qatar desde hace 7 años. Manuel es un profesional mexicano exitoso que trabaja para Qatar Airways desde 2014.

 

Nuestro connacional fue detenido por autoridades policiales desde el pasado 4 de febrero después de ser sorprendido tras un perfil falso de la aplicación de citas Grindr, pues en Qatar se penaliza la homosexualidad y cualquier asunto relacionado con la diversidad sexual.

 

No suficiente, la familia de Manuel ha denunciado que además de la detención arbitraria, le “sembraron” droga en su departamento para hacer el caso más grave y le han privado de tomar su tratamiento retroviral contra el VIH.

 

La Secretaría de Relaciones Exteriores informó en la semana que autoridades de ambos países han confirmado que Manuel ya está tomando sus medicamentos y que se mantiene informada a la familia del caso.

 

Aunque pudiera parecer sencillo con este comunicado, el trabajo de Embajadas y Consulados en México es de reconocerse, todas las representaciones cuentan con un departamento de protección y asuntos legales en el que, a grandes rasgos, se brinda asistencia y asesoría legal para mexicanos en situaciones de emergencia o vulnerabilidad como esta.

 

Para lograrlo, todo el personal tiene que hacer un trabajo diario a fin de adentrarse en la legislación, usos y costumbres del país extranjero, así como para hacer involucramiento activo con las autoridades y que conozca el trabajo consular.

 

Por obvias razones, México cuenta con la red consular más grande de un país en otro (Estados Unidos) y destina gran cantidad de recursos para la protección y defensa de mexicanos, esta red ha sido la “incubadora” de proyectos para llevar a otras regiones iniciativas exitosas que permiten llevar este tipo de casos con éxito.

 

El trabajo tras bambalinas seguramente implicó un estudio de las leyes de Qatar e incluso presión del equipo diplomático mexicano con autoridades qataríes en un territorio e idioma ajeno, comunicación constante y amable para informar a la familia y por supuesto un trato cercano y cálido para Manuel en esta situación tan desagradable.

 

Aquí reside la importancia de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, refiriéndonos a que las personas al mando de nuestras representaciones tienen que tener , si o si , el perfil, la formación y la vocación para hacer todas las diligencias necesarias en este tipo de situaciones donde incluso la vida de uno de los nuestros se encuentre en peligro.


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