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  • Foto del escritorLa Noticia al Punto

La columna de la Lic. Azul Etcheverry Aranda. CLARABOYA

Dijo alguna vez André Bretón en una visita a México: “no intentes comprender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo”. Eso lo pensó en 1938, ¿qué pensaría al día de hoy de nosotros? Se quedó muy corto. Hace poco me preguntaba, ¿en qué otro país del mundo sucederá que un ciudadano pueda agarrar a huevazos a la autoridad, sin castigo y logrando su objetivo de retirarlos? Eso no es nada, en este país suceden cosas increíbles que verdaderamente no se ven en otro lugar.

La más nueva: rifar un avión del que no somos dueños, donde el premio no será el avión, pero que lo generado se utilizará para comprar equipo médico que debería hacerse con recursos públicos, justo como se adquirió el avión en un principio. Irreal. Además, el avión presidencial seguirá a la venta y bajo resguardo de la Fuerza Aérea Mexicana, lo que significa que el mantenimiento del avión y todos los gastos que de él emanan, saldrán del erario público también.

Pero bueno, ¿cómo estará el asunto entonces? La Loteria Nacional, quien evidentemente no podía rifar tal cual el avión porque no les pertenece, organizará un sorteo como cualquier otro, se emitirán los 6 millones de cachitos que se comentaron para lograr una bolsa de 3 mil millones de pesos, sin embargo, únicamente serán entregados 100 premios de 200 millones de pesos cada uno, decepcionante para quien quisiera comprar un avión si de cualquier forma ganaba. ¿Y los mil millones de pesos que sobran? Pues de ahí se habrá cooperado para adquirir el equipo médico que no se planeó como debería, en fin.

Eso no es todo, como el país más surrealista del mundo, no podía faltar que la administración que tanto criticó y supuestamente erradicó la condonación de impuestos, estará retirando el impuesto a los premios para que se lleven sus 20 millones completos. Que suerte, porque los sorteos regularmente pagan 35% de ISR, más un 10% en caso de que se lo ganara un chilango. Pero no veamos todo con malos ojos, seguramente la adquisición de equipo médico por esta brillante ocurrencia nos acerca un paso más a los sistemas de salud de excelencia que nos prometieron, ya casi estaremos como Dinamarca o Canadá.

De pilón, el presidente “convencerá” a 100 empresarios para que ellos solos se hagan de 40 mil cachitos cada uno, para amablemente regalarlos a sus trabajadores o en promoción con algún producto, imagine esa oferta, el producto que tanto desea le incluye de regalo un cachito para probar suerte, brillante.

Así que ya saben, si quieren ser participes de el México surrealista no dejen de comprar su cachito a partir del 1 de marzo por la módica suma de 500 pesos, en una de esas se ganan el avión que no es avión.



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