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La Carta Abierta de Javier Sicilia a la Iglesia Católica y a los Jesuitas

Jorge Mendizábal jorgmendizabaldc@gmail.com


Gracias por su tiempo al leer este artículo. Desde que fueron asesinados dos hermanos Jesuitas en Chihuahua y ante el repudio generalizado de prácticamente toda la opinión pública con reservas de algunos que no entendemos; pero allá ellos y su conciencia, no había leído un llamado tan interesante y demoledor como el que hizo Javier Sicilia a la Iglesia y a los Jesuitas, que salió publicado en Proceso de la semana pasada, para enarbolar lo que seguro muchos, en muchos lugares y rincones del país, con diferentes fases de violencia, provoca un reclamo nacional.


La necesidad de promover la seguridad, que esta obligado el Estado. No entendemos por qué las cosas se han dejado ir de mal en peor. pero este importante llamado es a pedirles guiar el reclamo al Gobierno, y yo definiría a los Gobiernos, para cambiar su política de seguridad, por decir poco, para que este país no se pierda.


El tema de Inseguridad y todo lo que ello conlleva, desde la parte patrimonial hasta en lugares donde las personas cuidan ya no de su patrimonio, si no la protección de su vida es creciente, semana a semana, aumentan los muertos, los desplazados y los desaparecidos. Ya la muerte se ha vuelto un tema de normalidad, jamás pensado.



Ya el país un día sí y otro también es nota internacional y ya no decir todo lo que las diferentes notas periodísticas y articulistas nacionales han escrito y peor aún la intervención que documentaron de los malos, en las elecciones y presupone que en cada elección por venir, posiblemente será lo mismo. No digamos solo algunos Municipios, si no ya en las Elecciones de algunos Estados.


No se si el país, logre cambiar esta situación en corto plazo, pero como todo entre más avance, más difícil será el cambiarlo.


En el Economist de esta semana hablan de que de 2011 a 2016 la última encuesta de uso de drogas, subió 7% el consumo y peor aún en 2021 el 36% las personas que están en centros de tratamiento está por el uso metanfetaminas, comparado con el 15 % del 2016. También habla que durante la pandemia el consumo ilegal en las mujeres por primera vez de drogas, fue de los 15 a los 24 años. Estas cifras hablan por sí solas, de que no solo la inseguridad está acabando con nuestra tranquilidad, si no también cambiando el futuro de nuestra juventud.


Para muchos esto se puede ver muy lejano, pero por su crecimiento puede llegar a las puertas de nuestras casas, en poco tiempo. Los hijos, los nietos todos están expuestos, en la escuela, con sus amigos y todo lo que es el entorno.


La ventaja competitiva por el Nearshoring y la atracción de inversiones internacionales, conforme se incremente la inseguridad por más que nos digan que no afecta, es una realidad que si usted fuera a invertir, en un lugar inseguro, dudaría.


El incremento de precios con motivo de cuotas a productos, o los negocios, como se ha documentado, en varios estados es una muestra, de lo que sirven la políticas de seguridad en nuestro país y eso nos lo repercuten para sobrevivir y lo pagamos.


A pesar de ser una de los mayores pendientes no vemos a ningún partido de oposición con un llamado que tenga repercusiones, estamos en la época de las críticas y no de hacer sinergias y enarbolar banderas y dentro del partido del Gobierno, el Senador Monreal, hizo un llamado a la revisión de la política de seguridad. Que no logró ningún Eco.


La migración se está incrementando, no solo por el tema económico sino peor aún, si documenta en algunos países, una situación de peligro de muerte, puede lograr el asilo. de qué tamaño puede llegar a ser esa migración de nuestro país.


Con todo esto, no veo otras organizaciones más que no solo la Iglesia y los Jesuitas, sino las Iglesias, capaces de enarbolar este reclamos que según la última encuesta el 70% de la población, se siente insegura en nuestro país. de ese tamaño es el reto. Por lo que creo que además de pasar de los llamados a las jornadas de oración me sumo a lo escrito por Javier Sicilia, que ojalá pasemos a las llamadas a la acción. Lo ideal sería que surjan uno o varios liderazgos ya sea en las Iglesias, los partidos o la sociedad civil organizada o todos unidos y que pudieran tener la premisa, el que no perdamos en la inseguridad por completo, nuestro país.


Muchas Gracias.


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