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El Salvador encarcelará a 300 miembros del Tren de Aragua deportados desde EE.UU.

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • 15 mar
  • 2 Min. de lectura

El gobierno de El Salvador anunció que encarcelará a 300 miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua, quienes fueron deportados desde Estados Unidos. Los detenidos serán recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una de las prisiones más temidas y estrictas del continente.

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"La República de El Salvador confirma que albergará a estos individuos durante un (1) año, en espera de la decisión de Estados Unidos sobre su disposición a largo plazo”, señala el comunicado al que tuvo acceso la agencia AP.


Este acuerdo fue posible gracias a una ayuda financiera de 6 millones de dólares otorgada por la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, quien calificó al Tren de Aragua como una de las pandillas más peligrosas del mundo.


Un esfuerzo internacional contra el crimen organizado

La deportación de estos miembros del Tren de Aragua forma parte de una estrategia más amplia para desarticular redes criminales internacionales. Estados Unidos ha trabajado en coordinación con países de la región para frenar la expansión de organizaciones delictivas como esta, que ha extendido su presencia a diversos países de Latinoamérica. A través de este acuerdo, el gobierno salvadoreño no solo recibe apoyo económico, sino que también refuerza su lucha contra el crimen organizado.


El CECOT: la prisión de máxima seguridad

El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), donde serán recluidos los 300 detenidos, es una cárcel de máxima seguridad con capacidad para albergar hasta 40 mil internos. Es conocida por sus estrictas medidas de control y su infraestructura impenetrable.

Las condiciones en el CECOT son rigurosas: los reclusos están sometidos a inspecciones detalladas mediante tecnología avanzada para evitar el ingreso de objetos prohibidos. Además, deben portar esposas en manos y pies en todo momento, incluso para actividades básicas como comer o hacer ejercicio.


Las celdas del penal son austeras, con camas simples sin colchones, y las luces permanecen encendidas toda la noche para garantizar una vigilancia constante. La seguridad del complejo se refuerza con muros de nueve metros de altura, cercas electrificadas y suelos cubiertos de grava para prevenir intentos de fuga. Los internos solo cuentan con un breve periodo diario de “extracción de celda” para hacer ejercicio, siempre bajo estricta supervisión y con esposas puestas.


La medida tomada por el gobierno de Nayib Bukele refuerza la política de mano dura contra el crimen organizado y subraya el rol de El Salvador en la cooperación internacional para combatir pandillas y grupos delictivos transnacionales.

Por Amanda Pérez




 
 
 

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