Claudia Sheinbaum lamenta la muerte de José Mujica, expresidente de Uruguay: "Ejemplo para América Latina y el mundo"
- La Noticia al Punto
- 13 may
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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó este lunes 13 de mayo su pesar por la muerte de José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, quien falleció a los 89 años tras una larga batalla contra el cáncer y mientras recibía cuidados paliativos.

A través de su cuenta en X, antes Twitter, la mandataria escribió un emotivo mensaje en memoria del exmandatario uruguayo:
“Lamentamos profundamente la muerte de nuestro querido Pepe Mujica, ejemplo para América Latina y el mundo entero por la sabiduría, pensamiento y sencillez que lo caracterizaron. Externamos nuestra tristeza y pésame a familiares, amigos y al pueblo de Uruguay.”
¿Quién fue José Mujica?
Pepe Mujica fue una de las figuras más emblemáticas y queridas de la política latinoamericana. Presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, trascendió las fronteras de su país no solo por sus políticas progresistas, sino por su estilo de vida austero y su profunda coherencia ética.
Antes de llegar al poder, Mujica fue miembro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una organización guerrillera de izquierda activa en las décadas de 1960 y 1970. Su militancia le costó casi 15 años de cárcel, varios de ellos en condiciones inhumanas y en régimen de aislamiento.
Tras su liberación y con el regreso de la democracia, Mujica se convirtió en una figura clave del Movimiento de Participación Popular (MPP), dentro de la coalición de izquierda Frente Amplio. Su gobierno impulsó reformas sociales de gran calado, como la legalización del matrimonio igualitario y la regulación estatal del mercado de marihuana, posicionando a Uruguay como un referente internacional en materia de derechos humanos y justicia social.
Sin embargo, más allá de sus políticas, Mujica captó la atención global por su modo de vida: vivía en una humilde chacra en las afueras de Montevideo, manejaba un viejo Volkswagen y donaba gran parte de su salario como presidente. Este estilo de vida le valió el apodo de “el presidente más pobre del mundo”, aunque él prefería decir que era “el más rico, porque tengo lo justo”.
Su muerte marca el final de una era, pero su legado permanece como símbolo de integridad, compromiso social y sencillez en el ejercicio del poder.
Por Angel Soto
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