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Sheinbaum responde con firmeza: envío de combustible a Cuba no pone en riesgo el T-MEC ni la relación con EE. UU.

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • hace 6 días
  • 2 Min. de lectura

En medio de nuevas tensiones diplomáticas y acusaciones de contrabando energético, la presidenta Claudia Sheinbaum negó este jueves que los envíos de combustible a Cuba representen un riesgo para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ni para la relación bilateral con Washington.


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La polémica surgió tras las declaraciones del congresista republicano Carlos A. Giménez, quien calificó la política exterior de México hacia Cuba y Venezuela como “patética” y advirtió que el país podría ser tratado como un “paria” por Estados Unidos.

El embajador de México en EE. UU., Esteban Moctezuma, respondió con contundencia, recordando los principios constitucionales de la política exterior mexicana y subrayando que las acusaciones contradicen el nivel de cooperación en temas de comercio, seguridad y migración. “México es un socio clave para Estados Unidos”, afirmó.


Sin embargo, Giménez insistió en sus críticas, acusando al gobierno mexicano de inspirarse en “regímenes de Cuba y Venezuela” al expropiar empresas estadounidenses como Vulcan Materials y L1BRE, y acusó que la cooperación bilateral es “unidireccional”.

“México es libre y soberano”, responde Sheinbaum

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum fue tajante:

“No va a afectar nada… Estados Unidos sabe que México es un país independiente, libre y soberano.”

La mandataria explicó que los envíos de combustible a Cuba no son favores políticos ni contrabando, sino operaciones comerciales legales.

“Es compra de combustible, como otros países. Ahora hay un excedente de diésel y se está exportando”, aclaró.

Sheinbaum añadió que México mantendrá su ayuda humanitaria hacia países que lo necesiten, incluyendo Cuba, y aseguró que todas las operaciones se realizan con transparencia y apego a la ley.

Su mensaje buscó desactivar rumores de injerencia o ruptura diplomática, y reforzar que la política exterior mexicana se guía por principios de soberanía, solidaridad y respeto mutuo.


Los riesgos detrás de los envíos a Cuba

A pesar de las aclaraciones, expertos advierten que romper o desafiar bloqueos internacionales puede tener repercusiones económicas y diplomáticas.

Estados Unidos mantiene sanciones contra gobiernos, empresas y embarcaciones que violen el embargo hacia Cuba a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Cualquier país que colabore con entidades sancionadas podría ser objeto de multas, restricciones financieras o sanciones comerciales.


México, como socio del T-MEC y participante en numerosos tratados multilaterales, debe mantener una política exterior predecible y confiable para garantizar la estabilidad económica y la confianza de inversionistas. Si Washington interpreta los envíos como una violación indirecta del embargo, podría responder con medidas correctivas dentro del propio tratado.


A nivel geopolítico, respaldar a gobiernos sancionados coloca a México en una posición delicada ante organismos internacionales como la OEA o la ONU, mientras que, en el plano interno, el contrabando de combustibles (“huachicol fiscal”) continúa representando un riesgo de corrupción y debilitamiento institucional.


En conclusión, el gobierno de Sheinbaum busca equilibrar su compromiso humanitario con la prudencia diplomática, reafirmando que México actúa bajo sus propios principios y no bajo presiones externas.

Por Diana Ochoa


 
 
 

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