Un año inicia y con ello las prospectivas una serie especulaciones económicas a partir de las cuáles se irán trazando estrategias y eventuales rutas de acción para hacerle frente a los viejos y nuevos retos. Sin embargo, la coyuntura actual marcada por una pandemia que no sólo no se detiene, sino que evoluciona y se extiende, exige analizar cuáles son los puntos fuertes en materia económica a los que se debe prestar atención.
Desafortunadamente, hemos visto que bajo el modelo de la presente administración federal los proyectos de fomento a la inversión nacional e internacional, la búsqueda de fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas no son una prioridad, por lo que nos limitamos a agradecer a nuestros connacionales por el envío cada vez mayor de remesas desde el extranjero.
A partir de los estragos de la pandemia por COVID-19, los ingresos por remesas provenientes principalmente de Estados Unidos acentuaron su importancia en la economía mexicana, ya que los familiares en el extranjero lograron enviar más dinero a sus familiares en nuestro país y se convirtieron en benefactores directos de alrededor de siete millones de hogares y paliaron así los estragos de una estrategia inexistente de protección financiera durante los periodos de cierre económico.
En ese sentido, se estima que los envíos de divisas a México de connacionales para 2021, superarán los 50 mil millones de dólares, así lo expresó el subgobernador del Banxico, Jonathan Heath, lo que posiciona a este fenómeno como la segunda fuente de ingreso de divisas del país.
Es importante señalar que esto no es un logro de la economía mexicana, a pesar de que así lo quieran asumir, sino como resultado de la recuperación económica de Estados Unidos y de la falta de visión en México, lo que se traduce en un crecimiento en México limitado al 2.5%.
Es importante señalar algunas de las medidas que tomó Estados Unidos para atender la crisis, como los programas de apoyo a las familias, el repunte en las actividades de servicios y una estrategia clara de vacunación generaron un panorama favorable para la reactivación económica multisectorial y con ello, ingresos para las familias y la incentivación del consumo en Estados Unidos. Consecuentemente, parte de ese ingreso disponible extra se destinó al apoyo de sus familias en México.
Sin duda, más allá de colgarse el aumento de las remesas como un triunfo del gobierno o limitarnos a agradecerles, deberíamos entender sus causas, el costo social y humanitario que implica que cada vez haya más mexicanos fuera de nuestras fronteras. No estamos siendo capaces de retener el talento, la voluntad y sobre todo la necesidad