Durante su conferencia de prensa del jueves 21 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su descontento con la relación actual entre México y España, afirmando que "no hay buena relación con el rey de España (Felipe VI)". López Obrador argumentó que esta tensión se debe a la preferencia dada a empresas españolas durante el periodo neoliberal, citando específicamente a Iberdrola y Repsol como beneficiarias.
El presidente mexicano también cuestionó la residencia en España de los expresidentes mexicanos Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari. Aunque aseguró que las relaciones con España están en "pausa", López Obrador aclaró que no están rotas y que mantiene un profundo respeto por el pueblo español.
López Obrador criticó la actitud del rey Felipe VI, señalando que no le gustó que el gobierno mexicano solicitara una disculpa por los abusos cometidos durante la conquista y colonización, mientras que algunas empresas españolas disfrutaban de privilegios en México. Se refirió específicamente a Repsol, una empresa predilecta durante el mandato de Felipe Calderón.
En un tono desafiante, el presidente mexicano reprochó a aquellos que están en contra de su gobierno y sugirió que podrían acusarlo ante los reyes de España. Sin embargo, destacó su admiración por el papa Francisco, a quien considera consecuente y a favor de los pobres.
Estas declaraciones se produjeron durante una visita a las instalaciones de la VIII Región Militar, donde López Obrador reiteró su posición respecto a las relaciones con España y su compromiso con los intereses del pueblo mexicano.
Por Amanda Pérez