En un preocupante incidente de ciberseguridad, el Sistema de Acreditación de Prensa de Presidencia fue hackeado, revelando datos personales de más de 300 periodistas que regularmente asisten a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), conocida como 'la mañanera'. La filtración incluye identificaciones oficiales, pasaportes, direcciones, fotografías y números telefónicos, generando inquietud sobre la seguridad e integridad de los periodistas afectados.
Ante esta situación, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha iniciado una investigación, otorgando un plazo de 72 horas al equipo de presidencia de AMLO para explicar e intervenir en el incidente. La comisionada del INAI, Julieta Del Río Venegas, señaló que en caso de falta de notificación por parte de la Presidencia en el plazo establecido, el INAI considerará iniciar una investigación de oficio.
El INAI, como garante de la protección de datos personales, está llevando a cabo un análisis técnico de la información pública disponible tras el hackeo. En un comunicado, el instituto aseguró que cualquier violación a los principios, deberes y derechos establecidos en la Ley General en la materia será investigada y resuelta de acuerdo con sus atribuciones y la ley.
La filtración fue alertada por el especialista en ciberseguridad Víctor Ruiz, quien informó sobre la presencia de la base de datos del Sistema de Acreditación de Prensa de Presidencia en foros clandestinos. Publimetro México accedió al documento que contiene más de 600 archivos con datos personales de al menos 324 reporteros mexicanos y extranjeros, incluyendo reconocidos nombres como Denise Dresser, Alma Paola Wong y Carlos Pozos 'Lord Molécula', así como colaboradores y excolaboradores de medios.
Hasta el momento, el equipo de presidencia de Andrés Manuel López Obrador no ha proporcionado información sobre el incidente de hackeo y la filtración de datos de los periodistas que cubren la conferencia matutina. El caso genera preocupación en el ámbito de la seguridad digital y la protección de la privacidad de los profesionales de la prensa.
Por Ricardo Castañeda