Previo a la final de la Copa del Mundo en Qatar, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que él prefería que ganase Argentina ya que le evocaba la memoria del Ernesto, el Che, Guevara. Nuevamente la ignorancia y maldad de AMLO sale a la luz al proponer como modelo a un comunista, guerrillero de origen argentino, que gozaba al matar. En la izquierda marxista, se le considera un héroe revolucionario, un romántico, un humanista, cuando en realidad, fue un asesino serial, autor de crímenes de lesa humanidad. En Cuba, fue el principal responsable de las ejecuciones durante la revolución que encabezo Fidel Castro. El mismo Che, en la forma más cínica y enfermiza posible, lo declara públicamente en textos que están plenamente documentados: Escribía en su diario de viajes por América Latina durante su primer viaje en 1951-1952: "Degollaré a todos mis enemigos", lo que da una idea de la patología de ese hombre. En su mensaje a la Tricontinental en 1967, poco antes de morir en Bolivia, dijo que “el revolucionario debe ser una máquina de matar”. Todos sus discursos están llenos de ese tipo de culto a la muerte, la muerte de los demás, no de la suya. Él declaraba en las Naciones Unidas en 1964: "Hemos fusilado, fusilamos, y seguiremos fusilando mientras sea necesario", A su padre le escribió “Tengo que confesarte, papá, que descubrí que realmente me gusta matar."”. En 1959, ejecuto personalmente a 200 personas en la fortaleza de La Cabaña, y decidió la tortura y fusilamiento de cientos más: Campesinos, católicos y cristianos, adolescentes, padres y madres de familia, incluso compañeros revolucionarios. En ese momento no había guerrilla, no había guerra. Esas ejecuciones fueron a sangre fría, fue una simple venganza y una voluntad de sangre por parte del régimen castrista ejecutada por el guerrillero argentino, que en ese momento ocupaba el cargo de comandante en jefe de la fortaleza La Cabaña. Otro aspecto en el que el puedo observarse su crueldad y maldad de Guevara, fue al crear el primer campo de trabajo en Cuba, que fue situado en la península Guanahacabibes, donde metían a funcionarios o militantes del Partido Comunista que no habían cumplido con las normas, que no eran lo suficientemente revolucionarios, tristemente conocidos como Unidad Militar de Ayuda a la Producción (UMAP). Miles de personas inocentes no afines al régimen castrista fueron torturados, abusados y sacrificados aquí. Ernesto Che Guevara era un comunista fanático y sanguinario. Durante la Crisis de los Misiles, octubre de 1962, estuvo a favor de desencadenar la guerra nuclear para “construir un mundo mejor” sobre las cenizas del capitalismo y de la civilización. Pocas semanas después de la crisis, furioso por la “traición soviética” de haber retirado los misiles, le dijo a un periodista británico que, si los misiles hubieran estado bajo control cubano, ellos (Fidel, Guevara...) los hubieran lanzado. La vida de millones de personas, principalmente estadounidenses, rusas y cubanas era un precio que estaban dispuestos a pagar para lograr su objetivo mayor, el triunfo del comunismo. Es probable que nunca se conozca el número de víctimas del Che. Mucha gente murió en las incursiones guerrilleras que dirigió en el Congo y en Bolivia, como en las revueltas y acciones terroristas que planeó y realizó en Hispanoamérica. No hay duda, este personaje maldito, elevado a los altares marxistas y al que le rinden culto los ideólogos de Morena y la 4T, no fue si no un enfermo mental, sediento de sangre que quiso imponer la dictadura comunista a través del crimen, el asesinato a mansalva y la ejecuciones de las que gozaba. Es el ideal revolucionario de Lopez Obrador. Lo que resulta increíble, es que todavía existan personas que lo apoyen y admiren, cuando el también esta enfermo de odio y de venganza
