El camino de la Fórmula 1 hacia México
- La Noticia al Punto
- 23 oct
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La Fórmula 1 llegó a México por primera vez en la década de los sesenta, impulsada por el entusiasmo local por el automovilismo. En 1962, el entonces circuito Magdalena Mixhuca, hoy conocido como Autódromo Hermanos Rodríguez, recibió su primera carrera no oficial, y al año siguiente se incorporó formalmente al calendario mundial. La emoción fue enorme: México se convertía en uno de los pocos países latinoamericanos con presencia en la máxima categoría del automovilismo.
Sin embargo, las primeras ediciones enfrentaron dificultades. Entre 1966 y 1970, los organizadores batallaron con problemas de seguridad, sobrepoblación en las gradas e incidentes dentro de la pista. Estas condiciones llevaron a la cancelación del Gran Premio durante más de una década, pese al interés de los aficionados y pilotos.
¿Qué permitió el regreso del Gran Premio en los ochenta?
El entusiasmo resurgió en 1986, cuando el país modernizó su infraestructura y recuperó la confianza de los organizadores internacionales. La remodelación del Autódromo Hermanos Rodríguez y el apoyo del gobierno federal permitieron traer de vuelta la competencia. En esos años, figuras como Ayrton Senna, Nigel Mansell y Alain Prost protagonizaron algunas de las carreras más memorables del circuito mexicano.
Pese al éxito deportivo, el evento volvió a suspenderse en 1992, principalmente por la falta de recursos y las condiciones del circuito. Durante más de veinte años, México permaneció fuera del calendario mundial, mientras los fanáticos esperaban una nueva oportunidad para ver rugir los monoplazas en casa.
¿Cómo se consolidó el regreso definitivo en 2015?
Después de una larga pausa, la Fórmula 1 regresó oficialmente a México en 2015, gracias a una alianza entre el sector público y privado. La Ciudad de México ofreció una sede moderna, segura y con una afición dispuesta a llenar las gradas. Desde entonces, el Gran Premio se ha convertido en uno de los eventos más destacados del calendario mundial, reconocido por su organización, ambiente y asistencia récord.
En los últimos años, el Gran Premio ha superado los 400 000 asistentes por edición, generando una derrama económica de miles de millones de pesos y posicionando al país como referente en la región. Además, en 2024 se confirmó la extensión del contrato hasta 2028, asegurando su permanencia en la capital.
Hoy, el Gran Premio de México es mucho más que una competencia: representa la pasión, la constancia y la conexión de los aficionados con la velocidad. De un inicio accidentado a una consolidación internacional, la historia de la Fórmula 1 en México demuestra que los grandes proyectos pueden renacer con fuerza cuando hay visión y compromiso compartido.
Por Cadena Política
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