Con más del 95% de las actas computadas del PREP, Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial de Morena, PT y PVEM, se perfila como la política más votada en la historia reciente de México, obteniendo 33 millones de votos. Este contundente apoyo le otorga una gran legitimidad y, además, asegura una mayoría calificada en el Congreso de la Unión y el control de 24 gubernaturas afines a su movimiento.
Sheinbaum contará con 380 diputados y 88 senadores, de acuerdo con los valores máximos del conteo rápido del INE. Con este poder, su gobierno no tendrá impedimentos para modificar leyes o incluso la Constitución.
Mauricio Merino Huerta, investigador de la Universidad de Guadalajara, afirmó que no hay duda de que “obtuvo todo el poder legítimo que otorgan las urnas” para implementar una reforma del régimen político mexicano delineado en el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Por las razones que hayan sido, cercanía, temor, interés para no perder los programas, coacción, todo eso combinado, el resultado es inequívoco y habrá un cambio de régimen. Es decir, el plan C famoso seguramente se pondrá en marcha”, explicó Merino Huerta.
Merino Huerta, doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, advirtió sobre los riesgos del plan C, como la posible desaparición del Inai, la modificación de la estructura del INE y la pérdida del servicio profesional de carrera. También mencionó la posible reestructuración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Poder Judicial mediante elecciones directas, lo que conllevaría una mayor concentración del poder.
Para el analista político Luis Estrada Strafford, la mayoría calificada de la próxima mandataria en ambas cámaras del Congreso le dará el poder de cambiar la Constitución a su antojo.
“Ahí es donde se verá realmente qué es lo que quieren hacer con el país, tienen una gran legitimidad y una gran oportunidad, porque si los cambios que buscan son demasiado radicales, eso les puede afectar a ellos cuando sean oposición”, señaló Estrada Strafford.
Con esas mayorías legislativas, Estrada Strafford considera que Sheinbaum no tendría necesidad de negociar con la oposición, comparando la situación con el PRI de los años 70 y el regreso de un partido hegemónico.
Alberto Aziz Nassif, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), señaló que estos resultados significan la consolidación de un nuevo partido dominante con un proyecto hegemónico, implicando que podrían implementar el plan C sin necesidad de consensos con la oposición.
“Sheinbaum ha ofrecido gobernar para todos, diálogo con la oposición, aceptar las diferencias, pero vamos a ver cómo lo resuelve, porque en los hechos no necesita a la oposición para gobernar”, comentó Aziz Nassif.
Finalmente, los analistas coinciden en que el nuevo gobierno de Sheinbaum puede llevar adelante las reformas que le importan a López Obrador, como la elección por voto popular de ministros, magistrados y jueces, así como la modificación del sistema de pensiones, aunque advierten sobre el peligro de eliminar contrapesos y aumentar la polarización política en el país.
Por Amanda Pérez
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