
Este martes nos entramos con más ataques y las autoridades no hacen nada y el temor de una guerra que no es propia
Nadie sabe
Se vuelve a dar otro ataque a un “anexo” y lo pongo entre comillas porque según las autoridades dicen que que es clandestino como en todos los que han cometido masacres.
Ahora fue en San Miguel de Allende, un municipio priista, pongo el partido, porque para cuestiones de seguridad esto no tendría que ver en el tema de la seguridad, pero en cuanto se dio la noticia, todos se lavaron la manos, dijeron que era responsabilidad de la administración de Mauricio Trejo, quien luego luego contestó y dijo que no estaban enterados.
Digamos que sí, pero la culpa es de todos, primero del estado por no regular estos lugares que es bien sabido son manejados, en su mayoría, por integrantes del crimen organizado, también el municipio tiene su culpa pues todos saben dónde están y qué hacen, no se vale que digan “este muerto no es mío”.
En este caso fueron tres muertos y dos lesionados, casualmente entraron (como siempre) hombres armados y dispararon, ahora ya son hechos aislados.
Pero en este mes son dos “hechos aislados” en menos de un mes, también el 1 de octubre en Salamanca entraron y se llevaron a a 30, todos encontrados muertos en diferentes partes del municipio, las investigaciones aún no se dan.
La Secretaría de Salud hasta el momento no ha dado datos de cuántos anexos hay en el estado, ni lo dirán porque no pueden decir que más del 80 por ciento no están regulados.
Pero regreso a lo político, uno es tricolor y el otro es guinda, por eso todo es más lento, por eso no se debería de combinar el magnesio con la magnesia, pues eso no le importa a los familiares que están desesperados para que los internos salgan bien, limpios y sin sustancias en su cuerpo.
Es fácil decir que los anexos son clandestinos, pero la gente que no tiene solamente tiene esperanza de reivindicar a su familia, no todos tiene para pagar Oceánica.
Tampoco justifico la forma de operar de estos lugares.
De qué se sabe, se sabe…
El temor está en el aire
Después de que Acámbaro llegaran 300 elementos del Ejército Mexicano a Acámbaro tras la explosión del carro bomba, el temor está en el aire, pues aunque se quiera el narcoterrorismo llegó a las calles.
La alcaldesa de este municipio Claudia Silva Campos, también está temerosa, pues ave que no hay garantía que esto no vuelva a suceder.
No es para menos, pues en la ciudad del pan, por mucho que se hablara del crimen organizado, tampoco se dio una explosión que cortara de tajo la tranquilidad de sus habitantes.
Los policías, a pesar de todo, no han renunciado y siguen desde las instalaciones de Seguridad Pública donde se dio el “bombazo”.
Silva Campos reconoció que se tiene que trabajar mucho en materia de seguridad, pero en eso tiene que trabajar la ciudadanía.
Claro que ya están participando mucho en una narcoguerra que no les corresponde.
Por lo pronto ya están apoyando a las personas que sufrieron daños en sus bienes, como 14 carros y 9 casas que ellos sin deberla ni temerla vivieron de cerca el bombazo.
El que teme no se detiene…
Más y más
Mientras que en Jerécuaro se dio a conocer que fueron 50 personas las afectadas entre los que perdieron vehículos y comercios, por la patrulla bomba.
Esto sin contar los daños a los portales que son patrimonio cultural.
Lo que me llama la atención es que en ninguno de los dos municipios negaron que hayan sufrido amenazas, todo lo contrario a lo que dijo Omar García Harfuch.
¿Alguien miente?
Este martes me despido entre los temores y los falsos colores, nos vemos la próxima porque recuerde que el que “no cae, resbala”.
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