El impacto de las festividades navideñas y de Año Nuevo se ha hecho sentir en todo el mundo, elevando drásticamente los casos de COVID-19, y México no es la excepción. Según el Sistema de Información de la Red (IRAG) Infección Respiratoria Aguda Grave, para el 14 de enero de 2024, al menos 11 hospitales en todo el país estaban completamente abarrotados, enfrentando una alta demanda de atención médica en estados como Oaxaca, Sonora, Michoacán, Hidalgo, Coahuila, Jalisco y Guanajuato.
La situación es crítica en cuanto a la hospitalización especializada, con un hospital en Hidalgo y otro en Coahuila reportando una ocupación del 100% de camas con ventilador. Además, en un nosocomio de Coahuila de Zaragoza, las camas con ventilador en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se han agotado por completo.
Con el fin de contener la propagación del virus, se han reiterado cuatro pasos clave recomendados por la Secretaría de Salud del Gobierno federal:
1. Usa cubrebocas: Es esencial utilizar cubrebocas en lugares públicos con alta afluencia de personas y en entornos cerrados con ventilación limitada. Esta medida no solo te protege, sino que también protege a los demás en caso de que estés contagiado.
2. Mantén tu sana distancia: Mantén una distancia mínima de 1.5 metros con las personas a tu alrededor. Esta precaución, junto con el uso de cubrebocas, reduce significativamente el riesgo de contagio. Si no es esencial salir, se recomienda resguardarse en casa.
3. Insiste con tu higiene: La higiene personal es crucial. Lávate las manos con agua y jabón cada vez que toques superficies fuera de tu control. Además, utiliza alcohol en gel con al menos un 60% de contenido. Evita tocarte la cara para prevenir la propagación del virus.
4. Vacúnate: Aprovecha el esquema de vacunación gratuito en la red de hospitales y clínicas del sistema de salud mexicano. Las vacunas también están disponibles en puntos de venta. Mantente al corriente con tu vacunación, ya que aunque no garantiza la prevención del contagio, proporciona herramientas para resistir la enfermedad, reduciendo el riesgo de complicaciones graves y la mortalidad.
La crisis hospitalaria en México requiere la colaboración de la población para frenar la propagación del virus y aliviar la presión sobre el sistema de salud. La responsabilidad individual es clave para protegerse a sí mismo y a los demás.
Por Areli Rodríguez
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