Un poderoso terremoto de magnitud 6,9 sacudió las aguas frente a la costa del conjunto de islas de Ogasawara, ubicadas aproximadamente un mil kilómetros al sur de Tokio, en el Océano Pacífico. A pesar de su intensidad, el sismo no activó ninguna alerta de tsunami y, hasta el momento, no se han reportado daños significativos derivados del mismo.
El evento telúrico tuvo lugar a las 17:35 hora local del sábado (8:35 GMT) y su epicentro se situó a una profundidad de 540 kilómetros frente a la costa del archipiélago de Ogasawara, al sur de la capital japonesa, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
Aunque el temblor alcanzó el nivel 3 en la escala sísmica japonesa, que consta de 7 niveles y se centra en medir la agitación sobre la superficie y los posibles daños, se sintió con fuerza en este conjunto de islas.
Japón, conocido por su ubicación en el llamado Anillo de Fuego, una de las regiones sísmicas más activas del mundo, experimenta terremotos con frecuencia relativa. Sin embargo, sus infraestructuras están diseñadas para resistir los temblores.
El país ya había sido sacudido por otro sismo en abril. Un terremoto de magnitud 6,6 registrado el jueves 18 de abril en el oeste de Japón dejó al menos siete personas heridas leves. Este evento también provocó algunos daños, como deslizamientos de tierra y roturas de tuberías.
Entre los heridos, cuyas edades oscilaban entre los 20 y 90 años, se registraron principalmente lesiones por caídas. Además, hubo informes de daños en viviendas, como tejas caídas, ventanas rotas y grietas. En la localidad de Sukumo, en la prefectura de Kochi, se reportaron múltiples daños, incluido un corte temporal de agua. A pesar de esto, las autoridades lograron resolver la situación, aunque persistieron consultas por tuberías rotas y problemas con el suministro de agua.
Por Angel Soto