En un movimiento que ha generado controversia y debate, el estado de Aguascalientes, ubicado en la región del Bajío mexicano, ha anunciado la suspensión temporal de la distribución de libros de texto destinados a la educación primaria. Esta decisión se mantendrá en vigencia hasta que la Secretaría de Educación Pública (SEP) resuelva varios juicios de amparo que están pendientes.
La gobernadora de Aguascalientes, María Teresa Jiménez, quien proviene del Partido Acción Nacional (PAN), comunicó esta medida a través de sus redes sociales. En su mensaje, hizo hincapié en que esta suspensión se a la necesidad de que las autoridades competentes se pronuncien sobre los juicios de amparo presentados por ciudadanos y organizaciones no gubernamentales.
"Anunciamos que los libros de texto gratuito no serán distribuidos, en tanto las autoridades competentes se pronuncian ante los distintos juicios de amparo que ciudadanos y organizaciones no gubernamentales han promovido", afirmó la gobernadora.
A pesar de esta acción por parte de Aguascalientes, la SEP ha mantenido su posición de diálogo con los estados y ha asegurado que el próximo ciclo escolar 2023-2024 comenzará sin problemas y con todos los materiales educativos necesarios. Esta decisión de suspensión se suma a acciones similares tomadas por otros estados de oposición, incluidos Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Querétaro.
La controversia en torno a los libros de texto gratuitos no es nueva. Ha habido críticas en relación a errores presentes en los materiales educativos, que las autoridades mexicanas de educación han calificado como "áreas de oportunidad". Además, ha habido debates sobre la inclusión de contenidos relacionados con la diversidad sexual, reproductiva y las diferentes estructuras familiares, así como sobre posibles cargas ideológicas en los libros.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) también ha estado involucrada en esta situación al admitir una controversia constitucional presentada por el estado de Chihuahua, lo que resultó en la suspensión de la distribución de los libros en dicho estado. Esto se suma a las suspensiones previas ordenadas por jueces a instancias de organizaciones como la Unión Nacional de Padres de Familia y la Clínica de Derechos Humanos.
A pesar de las tensiones y desafíos presentes, la SEP ha informado que se han impreso más de 100 millones de libros de texto, los cuales son almacenados en depósitos regionales antes de ser distribuidos a las más de 95 mil escuelas primarias en todo el país. La demanda estudiantil supera los 24 millones de niños mexicanos, de acuerdo con cifras oficiales.
Por Areli Rodríguez
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