El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), organismo oficial del Gobierno de México, ha informado sobre la vigilancia de dos zonas de baja presión ubicadas en el Océano Pacífico que podrían convertirse en el huracán Gilma, el séptimo de la temporada que comenzó el pasado 15 de mayo en ese litoral.
Una de las zonas de baja presión se encuentra a 545 kilómetros al sur de las costas de Guerrero, con un 20% de probabilidad de desarrollo ciclónico en las próximas 48 horas y un 80% en los próximos siete días. La segunda zona de baja presión se localiza al suroeste de la Península de Baja California y ha incrementado su probabilidad de desarrollo ciclónico a un 30% en los próximos siete días.
En el Atlántico, el huracán Ernesto ha cobrado nuevas fuerzas, alcanzando la categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, que mide la intensidad de estos fenómenos. A pesar de su fortalecimiento, el SMN señala que debido a la lejanía del fenómeno respecto al territorio nacional, en particular a la zona de Cancún, no representa un peligro significativo para México.
Además, la onda tropical número 16 se desplazará sobre el occidente del país, asociándose con una zona de baja presión con potencial de desarrollo ciclónico que se localizará al sur de las costas de Colima y Jalisco. Esta interacción originará lluvias puntuales intensas con descargas eléctricas en Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán, con posible caída de granizo en las zonas altas de estas regiones.
Por otro lado, el monzón mexicano provocará lluvias fuertes con descargas eléctricas y posible caída de granizo en Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango, además de chubascos en Baja California Sur y lluvias aisladas en zonas de Baja California. También se prevén fuertes rachas de viento en el noroeste del país.
Las temperaturas se mantendrán templadas por la tarde en la Mesa Central, mientras que en el resto de las entidades de la República Mexicana se espera un clima cálido a caluroso, con temperaturas máximas superiores a los 40 °C en el noroeste de Sonora y noreste de Baja California.
Por Alejandra Martínez
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