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Sismo de magnitud 5.1 despierta a Oaxaca, sin reporte de daños

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • 17 feb
  • 2 Min. de lectura

Un sismo de magnitud 5.1 sacudió el estado de Oaxaca minutos después de la medianoche de este lunes 17 de febrero de 2025, generando temor entre los habitantes de la región.

El movimiento telúrico tuvo su epicentro en Juchitán de Zaragoza y se registró a las 00:07 horas, según informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN). Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado daños a estructuras ni personas lesionadas.


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El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) explicó que debido a la baja intensidad del movimiento, la alerta sísmica no se activó. "La energía radiada por el sismo no alcanzó los niveles necesarios para emitir una alerta", indicó SASMEX en sus redes sociales.

“Informe preliminar del #Sismo detectado el 17-feb-25 a las 00:03:13 hrs. #TenemosSismo #LaPrevenciónEsNuestraFuerza”, publicó SASMEX en su cuenta oficial de Twitter.


Aunque el temblor fue de moderada intensidad, revivió el miedo entre los oaxaqueños, quienes recuerdan con angustia los sismos de 2017 y 2018. En particular, el 17 de febrero de 2018, Oaxaca experimentó un sismo de magnitud 7.2 con epicentro cerca de Pinotepa Nacional, el cual generó más de 200 réplicas y se sintió fuertemente en Guerrero, Puebla y la Ciudad de México. A pesar de la intensidad, en esa ocasión no se reportaron fallecidos ni heridos.


Este 2025 se cumplen siete años de los devastadores sismos del 7, 19 y 23 de septiembre de 2017, eventos que enlutaron a la región del Istmo de Tehuantepec. El más fuerte de ellos, ocurrido el 7 de septiembre de 2017 a las 23:49 horas, alcanzó una magnitud de 8.2 y tuvo su epicentro en el golfo de Tehuantepec, afectando gravemente a 41 municipios oaxaqueños. La tragedia dejó un saldo de 93 personas fallecidas y 140 mil habitantes afectados, con 70 mil viviendas dañadas, de las cuales 36 mil 952 sufrieron daño total y 34 mil 680 daño parcial.


A pesar del temor latente, la población oaxaqueña se mantiene alerta y preparada, confiando en los sistemas de prevención y respuesta ante este tipo de eventos naturales.

Por Carlos Aguilera



 
 
 

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