En el marco del segundo encuentro organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), los candidatos a la jefatura de gobierno de la capital se enfrentaron en un debate crucial para exponer sus ideas y propuestas. Sin embargo, el tema del agua se convirtió en el centro de los ataques y discusiones entre los aspirantes.
Desde el inicio, los candidatos aprovecharon para lanzar acusaciones sobre la gestión actual y pasada respecto a la sequía que aqueja a la ciudad, señalando la ineficacia en resolver el problema y acusaciones de falta de transparencia en el gasto de campaña. Clara Brugada de Morena, PT y PVEM acusó al candidato del PAN de representar diversas "mafias", mientras que Santiago Taboada respondió resaltando la falta de resultados de los gobiernos anteriores.
El tema del agua desató aún más confrontación, con acusaciones de privatización por parte de Brugada hacia Taboada, quien defendió su postura enfocada en soluciones como la reparación de fugas y la captación de agua de lluvia. Por su parte, Salomón Chertorivski resaltó la urgencia de medidas ante la crisis, proponiendo un programa integral para la recuperación y cuidado del agua.
El debate alcanzó su punto más álgido cuando se presentaron muestras de agua contaminada y se discutió sobre la privatización y el manejo de pipas de agua. Los candidatos expusieron sus planes y acusaciones, resaltando la importancia de abordar urgentemente la crisis hídrica.
En medio de las acusaciones y propuestas, queda claro que el tema del agua no solo es un problema local, sino nacional, y que los ciudadanos esperan soluciones concretas y efectivas por parte de quien asuma la responsabilidad de dirigir la capital. El debate no solo fue un escenario para confrontaciones políticas, sino también una oportunidad para que los candidatos presenten medidas tangibles para afrontar una de las problemáticas más apremiantes de la Ciudad de México.
Por Amanda Pérez