La reconocida conductora de programas de espectáculos, Shanik Berman, compartió recientemente una desgarradora noticia con sus seguidores en redes sociales. A través de una imagen, informó que su nieta, Gabriela, se encuentra hospitalizada debido a una compleja situación de salud que involucra el COVID-19, parainfluenza, un tercer virus no especificado, y taquicardia. "Mi corazón está roto en mil pedazos", expresó la conductora.
La pequeña Gabriela lleva dos días ingresada en el hospital, y aunque la atención se ha centrado en el aumento de casos de coronavirus, se destaca la importancia de abordar también la parainfluenza, un virus que ha sido mencionado poco en los últimos días.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los virus de la parainfluenza humana (HPIV) son conocidos por causar enfermedades respiratorias en bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la infección.
Los síntomas de la parainfluenza suelen aparecer entre 2 y 6 días después de la infección, manifestándose de manera similar al resfriado común. Entre los síntomas comunes se encuentran la fiebre, el moqueo, la tos, los estornudos y el dolor de garganta. Además, la parainfluenza puede causar otros síntomas como dolor de oído, irritabilidad y disminución del apetito.
Es importante destacar que este virus afecta de manera más intensa a bebés y niños. Los CDC advierten que puede provocar enfermedades más graves, incluyendo crup o laringotraqueobronquitis, bronquitis, bronquiolitis y neumonía. Los síntomas de una enfermedad más grave pueden incluir tos perruna, ronquera, estridor (sonido fuerte o agudo al respirar) y sibilancias.
En medio de la preocupación por la salud de Gabriela, Shanik Berman y su familia enfrentan una situación que destaca la importancia de la conciencia y la prevención no solo del COVID-19, sino también de otras enfermedades respiratorias como la parainfluenza, especialmente en los grupos más vulnerables como los niños.
Por Alejandra Martínez
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