Proponen impuesto a la carne roja y procesada en México para mejorar la salud y el medio ambiente
- La Noticia al Punto

- 28 jun
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Un impuesto sobre la carne roja y procesada en México podría reducir significativamente su consumo, mejorar la salud pública y favorecer la sostenibilidad ambiental, de acuerdo con un estudio liderado por la Universidad de Edimburgo y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), publicado este viernes en la revista científica Plos One.

El estudio concluye que aumentar en un 10 por ciento el precio de la carne procesada podría disminuir su consumo en un 8.3 por ciento, mientras que un aumento similar en el precio de las carnes rojas implicaría una reducción del 7.9 por ciento en la demanda. Estas medidas fiscales, aseguran los autores, podrían ser una herramienta eficaz para disminuir el consumo de productos asociados a enfermedades crónicas y al alto impacto ambiental.
La investigadora principal, Kaela Connors, señaló en entrevista con EFE que “el cambio climático ya está aquí, y no tenemos suficientes recursos en el planeta para mantener la demanda global de carne”. Connors, quien trabajó previamente con el INSP, destacó que los impuestos pueden ser una solución rentable y efectiva para promover una alimentación más saludable y sostenible.
México ya ha mostrado pasos en esa dirección. En 2023, el país incorporó por primera vez criterios de sostenibilidad en sus Guías Alimentarias Nacionales, las cuales recomiendan reducir el consumo de carne roja y evitar la carne procesada. Además, en 2014 fue el primer país en implementar un impuesto a las bebidas azucaradas.
El estudio también revela que los hogares de menores ingresos tienden a reducir más su consumo de carne ante el aumento de precios, aunque ya consumen menos que los sectores con mayores ingresos. En muchos casos, sustituyen la carne por alimentos nutritivos y accesibles de la dieta tradicional mexicana, como legumbres o mariscos.
Para evitar que estas políticas fiscales aumenten la desigualdad alimentaria, Connors propone destinar parte de la recaudación a subsidios o vales para alimentos saludables. “La clave está en garantizar que las alternativas nutritivas sean asequibles”, afirmó.
A diferencia de análisis anteriores, esta investigación propone una hoja de ruta concreta para la implementación de políticas fiscales en materia alimentaria. Connors llamó a aprovechar el contexto político actual, con medidas como la prohibición de comida “chatarra” en las escuelas públicas, para avanzar hacia una transformación del sistema alimentario mexicano.
“Es una oportunidad para que México logre al mismo tiempo sus objetivos de salud pública y de sostenibilidad”, concluyó la investigadora.
Por Amanda Pérez








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