La Comisión Nacional Permanente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha decidido de manera unánime la expulsión de Alfredo del Mazo Maza, exgobernador del Estado de México, por traición al partido. La decisión, tomada por unanimidad, se fundamenta en que Del Mazo promovió y colaboró con otros partidos políticos, lo que resultó en la entrega del Estado de México.
Recientemente, Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, criticó duramente a Alfredo del Mazo, acusándolo de traición al entregar el Estado de México a Morena durante las elecciones de 2023, donde Delfina Gómez Álvarez resultó vencedora. Moreno no escatimó en calificativos al expresar que "queda claro en el contexto de esta elección, es que quien estaba de gobernador en ese momento, un traidor, un timorato, un falto de carácter como lo es Alfredo del Mazo, entregó el Estado de México a cambio de impunidad y de que no lo persiguieran".
Este acontecimiento se produce pocos días después de que Alejandra del Moral, excandidata del PRI, renunciara al partido. Del Moral anunció públicamente su apoyo a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, del partido Morena, y atribuyó su salida a la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Alejandro Moreno.
La pérdida del Estado de México, considerado el bastión más importante del PRI, fue un golpe significativo para el partido. La derrota en las elecciones de 2023 se interpretó como un indicio de la disminución de la influencia del PRI en una región clave. Moreno sugirió que la actuación de Del Mazo fue determinante en este resultado, insinuando que hubo un acuerdo para garantizar la impunidad del exgobernador.
La expulsión de Alfredo del Mazo Maza del PRI marca un momento crítico para el partido, que continúa enfrentando desafíos significativos en su esfuerzo por recuperar su posición en el panorama político mexicano.
Por Salvador Sánchez
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