Una semifinal llena de emociones, donde tigres a pesar de la cuesta arriba, demostró coraje e intentó remontar al Campeón.
Si bien los jugadores ‘felinos’ hicieron su parte, cabe resaltar que el inicio de la remontada fue por errores arbitrales, marcando un penal inexistente a favor, al final les terminó cobrando el favor de la misma manera, marcando un penal que no existía a favor del Atlas, quitándoles la clasificación a la final.
La polémica sin duda fue las decisiones arbitrales de César Arturo Ramos, el segundo tiempo fue desastroso, ha decir verdad fue la peor exhibición de un árbitro en años y eso es mucho decir, ya que el arbitraje mexicano no está atravesando por buenos momentos, lo que hizo el día de ayer fue descarado, el VAR contribuyó a no apoyarlo y taparle las malas decisiones, lo que molesta es que aparte de malas decisiones tenga esa forma de ser tan soberbió para encarar a jugadores .
Lo que se viene se debería analizar muy bien, no pueden estar decidiendo los árbitros el rumbo de los partidos, los protagonistas siempre deben ser los jugadores.
Otra polémica es la alineación indebida que tuvo Tigres, el piojo Herrera hizo un papelón al tener a más de 8 jugadores no formados en México dentro del campo, lo que le hubiera costado la eliminación a pesar de que hubiera ganado en el campo, imperdonable lo que se vivió.
