Por Lic. Vicente Esqueda
El próximo año, será difícil no sólo para ciudadanos y empresarios, sino también para los gobiernos desde el federal hasta los municipales; las crisis económica y de salud mal manejadas, así como una falta de experiencia y visión para manejar el dinero público, pondrán en aprietos la recuperación económica y muchas otras cosas que necesitamos los mexicanos.
La iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, para el año 2021, reflejan claramente, que salvo el dinero a repartirse en apoyos que no necesariamente recibirán los más necesitados, y los proyectos faraónicos del presidente, el resto de programas recibirán menos recursos, habrá que estar atentos a los términos en que se aprueben.
Al estimarse una reducción importante en la recaudación de todo tipo de impuestos, sobre todo en los de consumo como el IVA e IEPS, así como en el ISR; no se propone ningún tipo de incentivos o apoyos fiscales que ayuden al crecimiento, inversión y generación de empleos, como si se hace en otros países.
Por la caída en la recaudación, el gobierno federal solicita la contratación de deuda, que será destinada tanto al gobierno federal como a PEMEX y CFE; todo con la intención de querer gastar más que lo que se ingresa; pero que no representa una estrategia para acabar con la pobreza y las crisis que estamos padeciendo.
Algo que resulta preocupante es la reducción del dinero destinado a Estados y Municipios, siendo Guanajuato uno de los más afectados, al quitársele más de 7,300 millones de pesos, sin que exista una explicación o lógica sobre ello, lo que motivó anteriormente la salida de gobernadores de la CONAGO, y la solicitud de revisar el pacto fiscal vigente.