Tras rendir protesta como la primera presidenta de México ante el Congreso de la Unión, Claudia Sheinbaum se dirigió al Centro Histórico de la Ciudad de México, donde dio inicio la ceremonia artística previa a la entrega del Bastón de Mando en la plancha del Zócalo. En su discurso inaugural, Sheinbaum prometió: “Gobernaré para todos y todas, pondré mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”.
Al llegar a Palacio Nacional, Sheinbaum saludó a los jefes de Estado presentes, tomó protesta a su Gabinete Legal y se tomó la fotografía oficial en el Patio de Honor. Posteriormente, encabezó un almuerzo con los invitados internacionales en el Salón de Tesorería.
La entrega del Bastón de Mando, símbolo de autoridad y compromiso con los pueblos indígenas y afromexicanos, fue llevada a cabo por una comitiva de mujeres indígenas y afromexicanas en el Zócalo capitalino. Un ritual de limpia y purificación marcó el momento en el que, rodeada de guías espirituales, Sheinbaum recibió este símbolo en un acto cargado de simbolismo y respeto a las raíces ancestrales de México.
En su mensaje al pueblo congregado en el Zócalo, Sheinbaum destacó que el inicio de su mandato representa "el segundo piso de la Cuarta Transformación", enarbolando los principios de su movimiento: “Primero los pobres” y “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Presentó un conjunto de 100 compromisos, entre los que destacan la no reelección, la extensión de programas sociales, el apoyo a las comunidades indígenas, la creación de más espacios educativos y la implementación de la Ley El Agresor Sale de Casa para proteger a las mujeres.
Sheinbaum también prometió fortalecer la Mexicana de Aviación, mejorar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, construir nuevas líneas de trenes, y sanear los ríos más contaminados del país. Finalmente, aseguró que no regresará la "guerra contra el narco" de Felipe Calderón, y prometió dedicar su vida entera al bienestar del pueblo de México, siguiendo la máxima de AMLO: “No mentir, no robar y nunca traicionar al pueblo”.
Por Angel Soto
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