En un día triste para el mundo del arte, hoy se confirma el fallecimiento del ilustre pintor y escultor colombiano, el maestro Fernando Botero, a la edad de 91 años. Nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, este destacado artista ha dejado un legado imborrable en la historia del arte colombiano y latinoamericano.
El anuncio de su partida fue comunicado inicialmente por el reconocido periodista Julio Sánchez Cristo a través de W Radio, desatando una ola de pesar y tristeza en todo el país. Posteriormente, el diario El Tiempo confirmó esta lamentable noticia, marcando un día oscuro para la cultura colombiana.
Botero, considerado por muchos como el artista más importante y grande de Colombia, ha sido conocido por su estilo único y distintivo, caracterizado por la exageración de las formas y las figuras en sus obras. Sus obras han trascendido fronteras y han sido expuestas en los museos y galerías más prestigiosos del mundo.
Esta triste noticia llega poco más de cuatro meses después de la muerte de su esposa, Sophia Vari, quien falleció a los 83 años después de una valiente batalla contra el cáncer de ovario. La pareja compartió una vida llena de amor y arte, siendo una fuente de inspiración mutua y un apoyo constante en sus respectivas carreras artísticas.
El legado de Botero perdurará en el tiempo, y su contribución al mundo del arte es incalculable. Sus obras, tanto pinturas como esculturas, han alcanzado precios récord en subastas internacionales. Según el medio Semana, su icónico cuadro "Una Familia" se vendió por casi 1,4 millones de dólares en una subasta de arte latinoamericano organizada por Sotheby's.
En 2018, la escultura más cara del maestro, "Adán y Eva", fue subastada por la casa británica Bonhams por la asombrosa cifra de 2,9 millones de dólares. Esta obra, que data de 1999 y cuenta con una versión más reciente de 2003, fue adquirida después de la muerte del millonario saudí Walid Juffali, quien la tenía en su prestigiosa colección de arte. Además, en 2014, una versión anterior de esta misma obra se vendió por 2,6 millones de dólares, consolidando así el estatus del maestro Botero como uno de los artistas más influyentes y valiosos de la historia del arte contemporáneo.
La partida de Fernando Botero deja un vacío en el corazón de la cultura colombiana y en el mundo del arte a nivel global. Sus obras continuarán siendo una fuente de inspiración para las generaciones futuras, y su legado perdurará a través de las formas exuberantes y las figuras monumentales que caracterizaron tanto su arte.
Hoy, Colombia y el mundo del arte lloran la pérdida de un gigante, pero celebran la vida y la obra de un artista inmortal.
Por Omar Carmona
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