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Este miércoles, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) sesionará a las 18:00 horas para presentar el proyecto de asignación de diputados y senadores de mayoría relativa y de representación proporcional que entrarán en funciones el próximo 1 de septiembre. Según la proyección preliminar, Morena y sus aliados del PT y PVEM podrían asegurar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
La proyección actual asigna 236 curules a Morena, 51 al PT y 77 al PVEM, lo que sumaría un total de 364 diputados para la coalición Sigamos Haciendo Historia, representando el 72% de los escaños en San Lázaro. Esto les otorgaría la mayoría calificada, es decir, más de dos tercios, necesaria para modificar la Constitución.
Sin embargo, esta asignación podría ajustarse en las últimas horas, especialmente en relación con la afiliación efectiva de los diputados electos. Aquellos que compitieron como plurinominales por un partido deberán acreditar su afiliación a ese partido político; de lo contrario, tendrán que sumarse a la fuerza política con la cual quedaron registrados.
Por su parte, la oposición a Morena ha solicitado al INE que se interprete la sobrerrepresentación permitida del 8% por coalición, y no por partido político, con el objetivo de evitar una sobrerrepresentación que perjudique a partidos como el PAN, PRI y MC.
Según la proyección del INE, el PAN tendría 72 diputados; el PRI, 35; y el PRD, una sola diputación, sumando un total de 108 curules para la alianza Fuerza y Corazón por México. MC obtendría 27 diputados, y se asignaría un independiente.
En el Senado, la comisión proyecta que Morena obtendría 60 escaños; el PVEM, 14; y el PT, nueve, para un total de 83 senadores de la coalición oficialista, quedando a dos escaños de la mayoría absoluta. La alianza opositora, Fuerza y Corazón por México, sumaría 40 senadores, y MC obtendría cinco escaños.
De confirmarse estas cifras, Morena y sus aliados estarían en una posición privilegiada para impulsar reformas constitucionales y mantener el control del Congreso durante el próximo periodo legislativo.
Por Angel Soto
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