En una valiente solicitud, un defensor de derechos humanos y académico de la Universidad Autónoma de Guerrero ha presentado un recurso de reconsideración ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Este recurso busca medidas de protección ante el temor fundado de sufrir un ataque a su vida e integridad física.
El activista decidió dar este paso luego del trágico asesinato de Ulises Nava, otro valiente defensor de la diversidad sexual y académica de la UAGro. El crimen ocurrió el pasado 15 de julio en las puertas del Museo Descubre, en Aguascalientes. Ulises Nava, jefe del Departamento de Diversidad Sexual de la UAGro y con un doctorado por la Universidad Anáhuac, participó activamente en el Congreso Nacional de Litigio Estratégico para Cuotas Arcoiris, que reunió a activistas LGBT de todo México.
La Sala Superior del Tribunal Electoral, consciente de la gravedad de la situación, ha decidido dar vista al Mecanismo de Protección Integral de Personas Defensoras de Derechos Humanos y periodistas, adscrito a la Secretaría de Gobernación Federal, así como a la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes. Este paso es esencial para garantizar la seguridad del solicitante y prevenir posibles actos de violencia.
Es fundamental que, como sociedad, rechacemos el discurso de odio y nos unamos para proteger la libertad de expresión dentro de los límites del respeto y la tolerancia. La violencia contra defensores de derechos humanos y activistas de la diversidad sexual es inaceptable y debe ser condenada enérgicamente.
Este caso destaca la importancia de crear un entorno seguro para aquellos que trabajan incansablemente para promover la igualdad y la diversidad. La justicia y la protección deben ser prioritarias para garantizar que la voz de quienes defienden los derechos fundamentales no sea silenciada por la violencia.
La sociedad y las autoridades tienen la responsabilidad de trabajar juntas para construir un país en el que la diversidad sea celebrada y protegida, y donde la violencia no tenga cabida en la lucha por un mundo más justo e inclusivo.
Por Omar Carmona
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