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Este martes, la Casa Blanca ha presentado nuevas medidas con el objetivo de impedir que los migrantes que crucen la frontera sur de manera ilegal puedan solicitar asilo. Esta iniciativa busca facilitar las expulsiones de aquellos que no están legalmente amparados para quedarse, reduciendo así la carga de trabajo de las autoridades fronterizas.
Aunque la Casa Blanca no ha especificado los detalles de estas medidas, ha subrayado que estas no pueden sustituir las propuestas actualmente en debate en el Congreso, que contemplan un mayor número de efectivos y fondos.
El gobierno de Estados Unidos ha aprovechado para criticar a los republicanos de la Cámara de Representantes, acusándolos de anteponer sus intereses partidistas a la seguridad nacional y de haber votado dos veces en contra de un conjunto de reformas “más duras y justas en décadas”.
La Administración Biden destaca que ha desplegado la mayor cantidad de agentes jamás vista para abordar la situación en la frontera sur, ha incautado niveles récord de fentanilo en los puertos de entrada y ha reunido a líderes mundiales para tratar los patrones migratorios que afectan globalmente.
Con estas nuevas medidas, las autoridades podrán deportar a quienes no cumplan con ciertos requisitos cuando las detenciones diarias superen las 2,500, en un contexto donde en abril se registraron cerca de 4,000 arrestos diarios.
Las normas no son permanentes y se suspenderán cuando el número de migrantes que cruzan la frontera sea lo suficientemente bajo como para que el sistema estadounidense pueda gestionarlo de forma segura y eficaz. Incluyen excepciones humanitarias, como menores no acompañados y víctimas de trata. Los protocolos se relajarán una vez que el promedio diario de detenciones no supere las 1,500 durante 14 días, cifra no registrada desde julio de 2020, en plena pandemia.
Esta es una de las medidas más estrictas del gobierno estadounidense respecto a la frontera sur, uno de los mayores desafíos de la Administración Biden. La decisión llega a pocas semanas del primer debate presidencial con Donald Trump, quien implementó una política similar durante su mandato.
Desde el inicio de su mandato, el presidente Biden ha instado al Congreso a asegurar la frontera y abordar el sistema de inmigración. A pesar de la inacción del Congreso, la administración ha tomado medidas significativas, incluyendo el despliegue de un número récord de agentes y la incautación de fentanilo ilícito, además de coordinar con líderes mundiales para enfrentar los cambiantes patrones migratorios en el hemisferio occidental.
Por Amanda Pérez
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