En el mundo del fútbol, tanto aficionados como jugadores tienen historias que contar sobre sus encuentros con revendedores de boletos. Recientemente, el exjugador Jair Pereira compartió una experiencia desafortunada en el canal de Yosgart Gutiérrez, 'El RePortero', que destaca cómo una práctica común puede tener consecuencias inesperadas.
Durante su tiempo como parte de las fuerzas básicas del Atlante, Pereira se vio involucrado en la reventa de boletos para ganar dinero extra. Aprovechando su buena relación con el equipo principal y algunos regalos de boletos en zonas exclusivas del Estadio Azteca, pensó que podría sacar provecho de la situación. Sin embargo, la experiencia se volvió amarga cuando fue detenido durante 36 horas por vender boletos a las afueras del estadio para un partido del Atlante contra Cruz Azul.
"Traía diez boletos y ya había vendido cinco, por lo que ya traía 750 pesos. Era uno de los partidos que yo quería, siempre me encantó el Cruz Azul, por fin voy a ver un partido bueno, dije", compartió Pereira.
Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando otro revendedor alertó a la policía sobre la actividad de Pereira, ya que sus boletos eran para zonas exclusivas del estadio y los vendía a un precio menor. Esto resultó en su detención, dejándolo sin dinero y sin la oportunidad de presenciar el juego que tanto esperaba.
"Se lo llevaron detenido; se quedó sin dinero y sin la oportunidad de ver el juego ante Cruz Azul que tanto esperaba", explicó el exjugador.
Para evitar permanecer en la cárcel, Pereira enfrentó la opción de pagar una multa de más de tres mil pesos, una suma que claramente no tenía. Optó por pasar 36 horas detenido en el calabozo en lugar de pagar la multa.
Esta experiencia no solo ilustra los riesgos asociados con la reventa de boletos, sino también los desafíos que enfrentan algunos jugadores fuera del campo. Además de su historia como revendedor, Pereira compartió otros aspectos de su carrera, incluido su complicado encuentro con el exentrenador Tomás Boy mientras jugaba para Chivas.
El relato de Pereira sirve como recordatorio de cómo las decisiones aparentemente inofensivas pueden tener consecuencias significativas, incluso para aquellos dentro del mundo del deporte.
Por Salvador Sánchez
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