En las próximas 24 horas, el plan de financiación a corto plazo propuesto por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, enfrenta la amenaza inminente de fracasar, lo que aumenta el riesgo de un cierre del gobierno el 18 de noviembre.
Los conservadores de línea dura tienen dos oportunidades cruciales para obstaculizar la propuesta de Johnson incluso antes de la votación programada para el martes 14 de noviembre. A su vez, el presidente Joe Biden mantiene una carta en la manga: la posibilidad de emitir una amenaza de veto explícita, lo que podría socavar el respaldo demócrata en la votación.
Aunque Biden señaló el lunes por la tarde su inclinación a no emitir una amenaza de veto, subrayó las negociaciones en curso con los líderes del Senado de ambos partidos. "No voy a emitir un juicio sobre lo que vetaría o lo que firmaría", dijo Biden en la Casa Blanca, destacando su disposición a esperar y ver el progreso de las conversaciones sobre la financiación provisional.
El plan de Johnson, que busca financiar temporalmente diversas áreas del gobierno estadounidense hasta el 19 de enero y otras hasta el 2 de febrero, enfrenta la oposición de al menos ocho ultraconservadores. Estos exigen recortes inmediatos del gasto o cambios en la ley de inmigración como condiciones para cualquier decisión provisional.
El papel de los demócratas en este escenario es crucial, ya que Johnson necesitará el apoyo de algunos de ellos para que su plan avance. Sin embargo, muchos demócratas se oponen a dejar de lado la ayuda a Israel y Ucrania, así como a la amenaza de un cierre de dos etapas en el nuevo año.
Las complicadas reglas parlamentarias de la Cámara ofrecen a los conservadores de línea dura dos oportunidades para frustrar el plan de Johnson. El Comité de Reglas de la Cámara, cuya regla especial es esencial para la legislación, podría ser un obstáculo si los ultraconservadores del panel deciden oponerse. Incluso si el comité avanza en la resolución, la aprobación de toda la Cámara será crucial, y Johnson solo puede permitirse perder a tres de sus miembros republicanos en esta votación.
Ante estas tensiones, Johnson tiene la opción de llevar la financiación provisional al pleno sin una regla de debate estándar, utilizando un procedimiento que requiere el apoyo de dos tercios de los representantes, incluidos demócratas.
La incertidumbre persiste, y la Casa Blanca, que buscaba vincular la ayuda de emergencia a Ucrania e Israel al paquete, enfrenta la oposición demócrata debido a las omisiones en el proyecto de ley. Mientras tanto, en el Senado, los demócratas buscan un plan alternativo, pero se enfrentan a la posibilidad de ser bloqueados por los republicanos.
La situación política en las próximas horas determinará el destino del plan de financiación de Johnson y, potencialmente, el riesgo de un cierre del gobierno.
Por Areli Rodríguez
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