Inflación en México baja más de lo esperado: Banxico perfila nuevos recortes a la tasa de interés
- La Noticia al Punto

- 24 jul
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La inflación en México mostró una desaceleración mayor a la anticipada durante la primera quincena de julio, lo que refuerza las expectativas de que el Banco de México (Banxico) continúe con su política de reducción de tasas de interés en su próxima reunión agendada para agosto.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación anual se ubicó en 3.55%, cifra que sorprendió positivamente a los analistas que pronosticaban un nivel de 3.61%, y representa una baja significativa frente al 4.13% registrado en la segunda mitad de junio.
Este comportamiento fortalece la confianza en que la política monetaria restrictiva del Banxico está dando resultados. No obstante, la inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como alimentos y combustibles, se ubicó en 4.25%, aún por encima del objetivo central del banco de 3% ±1 punto porcentual, aunque con una leve mejora respecto al 4.28% del mes anterior.
¿Qué sigue para la política monetaria?
Ante este panorama, el Banco de México ya ha comenzado a mover sus fichas. En su última reunión, la institución aplicó un cuarto recorte consecutivo de 50 puntos base, dejando la tasa de interés en 8%, su nivel más bajo en los últimos dos años. Aunque la Junta de Gobierno ha dejado abierta la posibilidad de nuevos recortes, se prevé que estos sean más moderados.
Cabe destacar que dentro del propio banco hay posturas encontradas. El subgobernador Jonathan Heath votó a favor de mantener sin cambios la tasa de referencia, reflejando cierta cautela ante una posible reactivación de presiones inflacionarias o factores externos como la volatilidad financiera global.
Un entorno de crecimiento débil y riesgos latentes
Pese al respiro inflacionario, el contexto económico no ofrece el mismo optimismo. En mayo, Banxico redujo su proyección de crecimiento económico para 2025 del 0.6% al 0.1%, reflejando un panorama de desaceleración que, si bien no apunta a una recesión, sí advierte un período de menor dinamismo.
A esto se suman factores estructurales: el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha recortado el gasto público para contener el déficit fiscal, una decisión que ha comenzado a reflejarse en la inversión y el consumo. Además, la incertidumbre por el posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado cautela entre inversionistas extranjeros, ante el riesgo de cambios en las políticas comerciales y arancelarias con México.
¿Un respiro temporal o un cambio de tendencia?
La baja en la inflación podría dar cierto margen de maniobra a las autoridades monetarias y económicas del país. Sin embargo, el Banxico ha sido claro en su diagnóstico: la convergencia hacia su objetivo inflacionario se espera hasta el tercer trimestre de 2026, lo que implica que el camino hacia una recuperación más sólida aún está en construcción.
Por ahora, los datos positivos permiten pensar en un entorno más estable para los consumidores, pero también exigen prudencia: el equilibrio entre estimular el crecimiento económico y mantener la estabilidad de precios sigue siendo el mayor reto para la segunda economía más grande de América Latina.
Por Omar Zarate.








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