La inflación en México ha sido una constante preocupación para la población, pues su incremento sostenido ha reducido el poder adquisitivo, llevando a que expresiones como "100 pesos de ahora ya no alcanzan como antes" se conviertan en parte del discurso cotidiano.
Bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la inflación ha acumulado un crecimiento del 32.94 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta cifra podría aumentar en los dos meses restantes de su administración, marcando uno de los incrementos inflacionarios más altos desde el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000), cuando alcanzó un 225.32 por ciento en un periodo signado por la crisis de 1994.
El Banco de México (Banxico) tiene la tarea de mantener la inflación en un 3 por ciento anual, con un margen de +/- un punto porcentual, pero la realidad ha mostrado una tendencia ascendente. A pesar de los aumentos constantes al salario mínimo durante este sexenio, la inflación ha superado los niveles vistos en administraciones anteriores, como las de Enrique Peña Nieto (27.27 por ciento), Felipe Calderón (28.96 por ciento), y Vicente Fox (30.43 por ciento).
Recientemente, Ramsé Gutiérrez, codirector de Inversiones de Franklin Templeton México, advirtió sobre una posible nueva ola inflacionaria, aunque subrayó que la ausencia de choques externos y la tendencia de la inflación subyacente hacia el 4 por ciento podrían indicar un comportamiento diferente al de anteriores crisis.
Uno de los sectores más afectados por la inflación ha sido el de los alimentos, con las frutas y verduras registrando un alza acumulada del 68.64 por ciento. Productos básicos como el chayote han visto un repunte del 449.37 por ciento desde noviembre de 2018 hasta julio de 2024. Otros alimentos como la naranja, el aguacate, y la guayaba también han experimentado aumentos significativos, impulsados por factores como el cambio climático y fenómenos como 'El Niño', que han afectado la producción agrícola.
En cuanto a los productos pecuarios, la inflación ha alcanzado un 47.93 por ciento, con el huevo liderando los incrementos (72.05 por ciento), seguido por el pollo (58.22 por ciento) y la carne de cerdo (40.55 por ciento). Las mercancías procesadas, como la harina de trigo, aceites vegetales y pasta para sopa, también han registrado alzas considerables, con aumentos que van del 70 al 74 por ciento.
En este contexto, la lucha contra la inflación se mantiene como un desafío central para el país, afectando de manera directa a los consumidores y marcando un punto clave en la evaluación del legado económico del actual gobierno.
Por Ángel Soto
Comments