Ante las devastadoras imágenes de la destrucción provocada por el paso del huracán 'Otis' en Acapulco, se ha generado un debate en las redes sociales sobre la presunta desaparición del "Fondo de Desastres Naturales" (Fonden), un fideicomiso creado en 1996. por el Gobierno Federal de México para la atención de desastres naturales. En una comparecencia ante senadores, Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, aclaró que el Fonden aún existe y tiene un presupuesto de más de 18 mil millones de pesos, aunque ha experimentado cambios significativos en su forma de operar.
El nuevo enfoque del Fonden
Según Yorio González, el Fonden en México ha experimentado una modificación en su funcionamiento. Anteriormente, el Fonden gestionaba los recursos a través de Banobras y los municipios, pero este sistema de gestión financiera pública se ha retirado. En su lugar, se ha optado por centralizar y transferir los recursos a ejecutores específicos, como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en caso de activación del Plan DN-III o cualquier otro estado. La acumulación de reservas de efectivo y la cobertura de seguros para desastres se han mantenido intactas, con un presupuesto de cerca de 10 mil millones de pesos, que incluye seguros catastróficos y el bono catastrófico en colaboración con la Alianza del Pacífico.
Origen del Fonden
El Fonden se creó como respuesta a la alta exposición de México a una amplia variedad de fenómenos geológicos e hidrometeorológicos. México se encuentra entre los países con mayor actividad sísmica en el mundo y enfrenta anualmente numerosos sismos. Además, aproximadamente el 40% del territorio mexicano y una cuarta parte de su población están expuestas a tormentas, huracanes e inundaciones. El propósito del Fonden es apoyar actividades de emergencia, recuperación y reconstrucción después de la ocurrencia de un desastre.
En resumen, el Fonden continúa existiendo en México, aunque su funcionamiento se ha transformado, centralizando la gestión de recursos en ejecutores específicos. La acumulación de reservas de efectivo y la cobertura de seguros para desastres se han mantenido intactas, con un presupuesto significativo destinado a la atención de desastres naturales en el país.
Por Omar Carmona
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