Guerrero Bajo el Azote de los Huracanes: Otis y John
- La Noticia al Punto
- 6 oct 2024
- 3 Min. de lectura
El estado de Guerrero ha sido duramente golpeado por el paso de dos poderosos huracanes en los últimos meses: Otis, en octubre de 2023, y John, en septiembre de 2024. Estos fenómenos han dejado un impacto devastador en las regiones costeras del sur de México. , destacándose por la magnitud de sus vientos, sus trayectorias y, especialmente, las cuantiosas pérdidas económicas y humanas. Si bien no se considera un producto directo del cambio climático, éste ha jugado un papel importante en la transformación de estos eventos, haciendos más peligrosos y destructores.
La influencia del cambio climático en los huracanes
Greenpeace ha advertido que el cambio climático contribuye a modificar las características de los huracanes, ya que altera algunos de los elementos clave que los intensifican. Estas tormentas necesitan condiciones precisas para formarse: calor en la capa superior del océano, alta humedad en el aire, vientos favorables y rotación. El calentamiento global ha aumentado la temperatura del océano, lo que genera huracanes más fuertes y destructivos.
Otis 2023: Un monstruo de categoría 5
El huracán Otis pasará a la historia como uno de los ciclones más devastadores que ha tocado las costas del Pacífico mexicano. Con su llegada el 25 de octubre de 2023 al municipio de Acapulco, Otis se convirtió en el primer ciclo de categoría 5 en golpear directamente esta región. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, su potencia fue descomunal, alcanzando vientos de hasta 270 km/h. Otis superó en intensidad a huracanes históricos como Patricia, provocando pérdidas materiales valoradas en 16,000 millones de dólares (308,000 millones de pesos) y un saldo trágico de 51 fallecidos confirmados, aunque algunas estimaciones señalan que las víctimas podrían sobrepasar las 300.
John 2024: Rápido, intenso y destructivo
Apenas unos meses después de Otis, el 23 de septiembre de 2024, el huracán John tocó tierra en el municipio de Marquelia, Guerrero, tras desarrollarse rápidamente desde una tormenta tropical a un huracán de categoría 3 en menos de 24 horas. Este ciclo tuvo vientos máximos de 195 km/hy provocó pérdidas económicas de 50,000 millones de pesos. Aunque su impacto no fue tan extremo como el de Otis, dejó más de 20 fallecidos confirmados y afectó gravemente al sur de México, principalmente en los estados de Oaxaca y Guerrero. John duró cinco días en total, desvaneciéndose el 27 de septiembre de 2024.
Comparativa entre Otis y John
Aunque ambos huracanes golpearon con fuerza el estado de Guerrero, sus características difieren en varios aspectos. Otis, con su categoría 5, fue más intenso y rápido en su desarrollo, con vientos significativamente más fuertes que John, quien alcanzó solo la categoría 3. Otis, además, dejó pérdidas materiales mucho mayores que John, aunque este último provocó daños considerables. En términos de víctimas mortales, Otis fue más letal, aunque aún se espera que las cifras finales sobre el huracán John puedan aumentar conforme se realicen más eva.
El impacto de los huracanes en Guerrero y el suroeste mexicano
La llegada de estos dos huracanes consecutivos ha dejado al suroeste de México, particularmente los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en una situación de gran vulnerabilidad. Las infraestructuras locales, ya afectadas por Otis en 2023, han sufrido aún más con John en 2024. Los habitantes de estas regiones enfrentan no solo la pérdida de sus hogares y medios de vida, sino también una crisis humanitaria prolongada.
La naturaleza cada vez más destructiva de estos fenómenos meteorológicos refuerza la necesidad de aumentar las medidas de prevención y resiliencia ante el cambio climático. Aunque huracanes como Otis y John no son creados por el calentamiento global, éste sí tiene un papel importante en su evolución, haciendo que los impactos sean más severos y frecuentes. Guerrero, como otras áreas costeras del mundo, deberá adaptarse rápidamente a esta nueva realidad si desea mitigar el impacto de futuros.
Por Salvador Sánchez.
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