La clavadista Gabriela Agúndez, quien aseguró su boleto para los Juegos Olímpicos sin contar con el respaldo de la Conade, ahora tiene un motivo adicional para celebrar. Tras una ardua batalla legal, Agúndez obtuvo un amparo que le permitirá recuperar la beca que le fue retirada debido a los conflictos entre la Federación Mexicana de Natación (FMN) y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
En París 2024, Agúndez competirá por segunda vez en unos Juegos Olímpicos, siendo una de las atletas mexicanas con mayores expectativas de medalla, como lo demostró al ganar bronce en Tokio 2020 junto a Alejandra Orozco en clavados sincronizados.
La lucha por obtener apoyo financiero fue una constante para Agúndez y otros atletas acuáticos, quienes se vieron obligados a buscar patrocinios para cubrir los costos de preparación. La retirada de las becas por parte de la Conade complicó aún más su camino hacia París.
La demanda de Agúndez contra la Conade se resolvió a su favor, según documentos obtenidos por Reforma. Un juez de distrito en Ciudad de México determinó proteger y amparar a la deportista, ordenando que reciba la beca e incentivos que le corresponden, con efectos inmediatos y retroactivos desde el momento del retiro de la beca.
La titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, ha señalado que el conflicto no es con los atletas, sino con la FMN. Desde el 2022, la Conade retiró las becas a los deportistas acuáticos debido al conflicto entre la FMN y la Comisión Reorganizadora impuesta por World Aquatics. A pesar de las dificultades, Agúndez y otros deportistas acuáticos perseveraron en su preparación para representar a México en eventos internacionales.
Por Areli Rodríguez