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Fin de la guerra de Independencia

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • 24 ago
  • 2 Min. de lectura
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La entrada del Ejército Trigarante a la capital

El 24 de agosto de 1821 quedó marcado como una de las fechas más trascendentes en la historia nacional. Ese día, el Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, entró triunfante a la Ciudad de México y consolidó el fin de la guerra de Independencia, que había iniciado once años antes con el movimiento encabezado por Miguel Hidalgo en 1810.

 

La entrada del Ejército Trigarante representó más que una victoria militar. Fue el símbolo del triunfo de un proyecto político que buscaba unir a distintos sectores sociales bajo tres garantías: religión, independencia y unión. Estas banderas dieron identidad al nuevo país y marcaron el inicio de una etapa en la que se dejó atrás el dominio español.

 

El suceso no se produjo de manera aislada. Durante los meses previos, las fuerzas insurgentes y realistas habían sostenido negociaciones que culminaron en la firma de los Tratados de Córdoba, donde se reconoció la independencia de México bajo un esquema monárquico constitucional. Dichos acuerdos prepararon el camino para que, semanas después, el Ejército Trigarante entrara a la capital sin enfrentamientos mayores.

 

Un paso decisivo en la construcción del país

El ingreso de las tropas a la capital fue recibido con júbilo por miles de personas que llenaron las calles para atestiguar el momento. La población vio en esa marcha militar no solo el fin de una larga guerra, sino la oportunidad de construir una nueva nación con sus propias instituciones y leyes.

 

Este episodio histórico permitió que México comenzara a definir su rumbo como nación independiente. A partir de entonces surgieron debates sobre la forma de gobierno, la organización del poder y la manera de enfrentar los retos económicos y sociales heredados por más de 300 años de colonia.


La memoria del 24 de agosto de 1821 permanece como un recordatorio de la importancia de la unidad nacional. La marcha del Ejército Trigarante en la capital simbolizó la culminación de una lucha colectiva que dio origen a un país soberano. Además, sirvió como punto de partida para los desafíos posteriores que enfrentó México en su camino hacia la consolidación de un Estado moderno.


Hoy, este acontecimiento se reconoce como uno de los momentos fundacionales de la nación. Su recuerdo no solo evoca la independencia alcanzada, sino también la responsabilidad de mantener vivos los valores de unión y libertad que lo hicieron posible.

Por Cadena Política


 
 
 

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