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Felipe VI rompe el protocolo y lanza la advertencia más firme de su reinado: “La democracia se defiende de pie”

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura
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MADRID. — En un hecho histórico para la tradición navideña de la Casa Real, el Rey de España, Felipe VI, ofreció su mensaje de Navidad 2025 desde el imponente Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, marcando un discurso cargado de simbolismo, autocrítica y un llamado urgente a la unidad nacional.


El 2025 no fue un año cualquiera: se cumplieron 50 años de la reinstauración de la monarquía parlamentaria y de la consolidación de la Transición Democrática, un hito que el monarca recordó como el cimiento de la convivencia y las libertades actuales en España.

Por primera vez en sus 12 años de reinado, Felipe VI decidió cambiar de escenario. Atrás quedó la tradicional imagen sentado en su despacho del Palacio de la Zarzuela; esta vez habló de pie, frente a las emblemáticas columnas del Palacio Real, en un gesto interpretado como una declaración visual de firmeza institucional y cercanía con los ciudadanos.


Democracia bajo presión

Durante su alocución, el Rey reconoció el desgaste social provocado por la crispación política:

“La tensión en el debate público provoca hastío, desencanto y desafección… Los extremismos, radicalismos y populismos se nutren de la falta de confianza, la desinformación, las desigualdades y las dudas sobre el futuro”.

Las palabras resonaron como una advertencia directa a la clase política, a la que pidió no abandonar el diálogo ni permitir que la polarización erosione la convivencia democrática.


Modernización y libertades

Felipe VI también destacó el camino modernizador del país, subrayando que desde 1986, cuando España se integró a la Unión Europea, la nación ha experimentado un fortalecimiento sin precedentes de sus libertades democráticas, derechos civiles y progreso social.

El monarca defendió la monarquía parlamentaria como un factor de estabilidad, modernidad y cohesión, insistiendo en que su preservación no es una cuestión de tradición, sino de futuro democrático.


Mensaje final

Con un tono sereno pero contundente, el Rey cerró su discurso reafirmando que la democracia no es un legado automático, sino un compromiso diario que exige responsabilidad, moderación y respeto:

“La convivencia es nuestro mayor logro. Defenderla es nuestra mayor obligación.”

Por Omar Carmona


 
 
 

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