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Expropiación de Terrenos para el Tren Maya: El Proyecto Socioeconómico y Turístico Más Importante del Sexenio

La administración de Claudia Sheinbaum ha puesto en marcha uno de los proyectos más ambiciosos para el desarrollo socioeconómico y turístico de México: el Tren Maya. Este plan estratégico busca transformar la región sureste del país, abarcando los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Con una extensión de mil 525 kilómetros, el Tren Maya promete conectar los principales destinos turísticos de la Península de Yucatán, generando un impacto significativo en la economía, el medio ambiente y la vida de las comunidades locales.

En un reciente comunicado, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) anunció la expropiación de 60 inmuebles, sumando un total de 381 mil 126 metros cuadrados, para la construcción de infraestructura. necesario para el Tren Maya. Según lo detallado en el documento oficial, estos inmuebles se encuentran distribuidos en municipios estratégicos, como Palenque en Chiapas, Tenosique en Tabasco, Candelaria y Calakmul en Campeche, Tixpéhual y Valladolid en Yucatán, y Solidaridad en Quintana Roo, entre otros.

Un Proyecto Integral para el Desarrollo del Sureste Mexicano

El Tren Maya no solo busca fomentar el turismo en la región, sino que su misión también es revitalizar la economía local, mediante la creación de empleos y la atracción de nuevas inversiones. Se espera que este proyecto genere una importante derrama económica al interconectar ciudades y destinos turísticos, facilitando el acceso y aumentando el flujo de visitantes nacionales e internacionales.

Otro de los objetivos destacados del proyecto es el impulso del desarrollo sostenible en la región. A través de un diseño que busca la preservación del medio ambiente, el Tren Maya pretende desincentivar actividades nocivas como la tala ilegal y el tráfico de especies. En este sentido, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha trabajado en conjunto con expertos para asegurar de que los inmuebles expropiados resulten idóneos para el funcionamiento y operación del tren.

Acuerdos con Propietarios y Consulta a Comunidades

La Sedatu ha señalado en el comunicado que, para llevar a cabo esta expropiación, se promoverán acuerdos con los propietarios de los terrenos necesarios para el proyecto. Se contempla una vía de diálogo en casos de invasión de vías de propiedad federal y se ha expresado el compromiso de consultar a las comunidades y pueblos originarios para garantizar el consenso y respeto a sus derechos.

Un Corredor Humanitario para las Comunidades del Sureste

Además de su propósito económico y turístico, el Tren Maya pretende funcionar como un “corredor humanitario” en beneficio de las comunidades indígenas y pueblos marginados de la región. El proyecto prevé la entrega de apoyos alimentarios, médicos y de otros servicios esenciales a través de la red ferroviaria, facilitando el acceso de estos recursos a zonas aisladas y difíciles de alcanzar por otros medios.

Este proyecto también tiene una relevancia geopolítica clave: su ubicación permitirá una mayor conectividad en la región fronteriza con Centroamérica, fortaleciendo la seguridad y vigilancia en las costas del sureste mexicano.

Un Compromiso con el Desarrollo Regional y la Sustentabilidad

El Tren Maya representa una apuesta significativa para el desarrollo socioeconómico y turístico del sureste de México. La administración de Sheinbaum considera que este megaproyecto será un factor decisivo para reducir la desigualdad en la región, promover el desarrollo sustentable y consolidar a la Península de Yucatán como un destino turístico de clase mundial. La expropiación de los terrenos es solo el primer paso de este ambicioso proyecto, que seguirá avanzando con el compromiso de transformar profundamente la región y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Por Salvador Sánchez.


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