La temporada decembrina es sinónimo de celebraciones, banquetes y reuniones familiares, pero también trae consigo importantes consecuencias para la salud. Según especialistas, las consultas médicas aumentan hasta un 70% en enero y febrero debido a descompensaciones metabólicas, picos de glucosa y complicaciones relacionadas con los excesos alimenticios. Además, en promedio, una persona puede ganar entre tres y cinco kilos solo en diciembre.

Los riesgos de los excesos
El cirujano bariatra José Antonio Castañeda, con más de 20 años de experiencia, advierte que el problema no está en disfrutar las fiestas, sino en hacerlo sin moderación. “Las comidas navideñas y las bebidas alcohólicas están cargadas de calorías vacías que, sumadas al sedentarismo, impactan directamente en la salud metabólica de los mexicanos”.
Los grupos de mayor riesgo son las personas diabéticas y aquellas con sobrepeso, quienes pueden experimentar complicaciones graves como hipertensión, infartos o insuficiencia renal tras las fiestas. Además, Castañeda señaló que el peso ganado durante diciembre suele ser difícil de perder, lo que incrementa el riesgo de obesidad y enfermedades relacionadas, como diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Recomendaciones para celebrar el sin culpa
La nutrióloga Karen Czacki Halkin subraya que no se trata de privarse, sino de disfrutar con moderación. Entre sus consejos están:
Controlar las porciones: servir cantidades pequeñas y evitar repetir.
Optar por opciones saludables: elija alimentos horneados oa la parrilla en lugar de fritos.
Mantenerse activo: realice ejercicio regularmente, incluso durante las fiestas.
Limitar el consumo de alcohol: preferir bebidas bajas en azúcar y moderar las cantidades.
Planificar comidas: no llegar con hambre a las reuniones para evitar excesos.
Atender la salud: realizar controles médicos, especialmente para quienes tienen condiciones preexistentes.
También hizo un llamado a vigilar la alimentación infantil durante estas fechas, evitando excesos de dulces, chocolate o ponche, y controlando las porciones para prevenir el sobrepeso infantil.
¿Qué aportan los platillos tradicionales?
Los platillos navideños son un delicioso gastronómico, pero su contenido calórico varía considerablemente:
Bacalao a la vizcaína: una de las opciones más saludables, con apenas 95 calorías por ración (60 g).
Romeritos: aunque el romero tiene solo 26 calorías por porción, el mole y los camarones elevan el total a entre 350 y 800 calorías.
Pavo relleno: una porción de 120 g puede tener hasta 500 calorías debido al relleno, aunque el pavo como tal aporta solo 100.
Pierna de cerdo: alcanza 554 calorías por porción, más el acompañamiento de puré de papa, que suma otras 200 calorías.
Una cena navideña completa puede acumular entre 1.200 y 1.800 calorías, sin incluir pan o bebidas, lo que refuerza la importancia de moderar las porciones y elegir cuidadosamente los alimentos.
Conclusión: Disfrutar las celebraciones es posible sin comprometer la salud, siempre y cuando se sigan estrategias para moderar los excesos y se mantenga la actividad física. Los especialistas coinciden: la clave está en la moderación y la planificación.
Por Areli Rodríguez
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