En un comunicado emitido por Petróleos Mexicanos (PEMEX), la compañía estatal aclaró la situación acerca de lo que inicialmente se reportó como un derrame de petróleo de grandes dimensiones en la zona de la plataforma Nohoch-A, en el complejo de Cantarell, Campeche, el cual fue revelado por 20 organizaciones ambientales.
Según PEMEX, el incidente no fue un derrame de petróleo, sino más bien una "fuga", la cual ocurrió en los campos de Ek Balam, también en Campeche. La compañía asegura que la situación ya está completamente bajo control y que la fuga ha sido reparada por completo.
En su comunicado, PEMEX señaló que las fisuras que se presentaron en la red de ductos de los campos Ek Balam eran de pequeñas dimensiones, específicamente rajaditas de 7 cm de longitud por 1 mm de ancho, y un poro de 1.2 cm de diámetro. Estas fisuras se produjeron debido a que la red de ductos ya había superado su vida útil de 30 años.
La paraestatal enfatizó que, debido al tamaño reducido de las grietas, la cantidad de hidrocarburos que se fugó fue mínima. Sin embargo, se mostraron sorprendidos ante la divulgación por parte de varios medios y organizaciones que, basándose en estudios del geógrafo Guillermo Tamburini, aseguraron que la supuesta fuga había dejado una mancha de 400 km2, abarcando el doble de la superficie de Guadalajara.
PEMEX negó cualquier relación entre el incidente en los campos Ek Balam y lo ocurrido en Nohoch-A el 5 de julio pasado, desmintiendo así los rumores que circularon en algunos medios. La compañía reiteró su compromiso con la seguridad y el cuidado del medio ambiente, asegurando que seguirán tomando medidas preventivas y correctivas para evitar situaciones similares en el futuro.
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