En conmemoración del Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer de Mamá, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha publicado datos alarmantes sobre la incidencia de esta enfermedad en mujeres en México. En la última década, se ha observado un aumento significativo en el número de casos registrados, así como en la letalidad de la enfermedad.
Según los informes del Inegi, en 2012 se registraron 26.75 casos de cáncer de mama por cada 100 mil mujeres en México. Sin embargo, en 2022, esta cifra se elevó a 51,92 casos por cada 100 mil mujeres, lo que representa un asombroso incremento del 94% en tan solo diez años. Este aumento en la incidencia es motivo de preocupación, ya que va en contra de los esfuerzos realizados en campañas de prevención.
Además, la letalidad de esta enfermedad también ha aumentado en un 16,46% en el mismo período. En 2012, se registraron 14.76 muertes por cáncer de mama por cada 100 mil habitantes en México, mientras que en 2022, esta cifra se elevó a 17.19. Esto significa 2,43 muertes más por cada 100 mil habitantes, lo que refleja la gravedad de la situación.
En cuanto a la distribución por grupos de edad, se destaca que el grupo de 55 a 59 años es el más afectado, seguido por los grupos de 50 a 54 y 60 a 64 años. Es preocupante que se han registrado casos de pacientes desde los 15 años, y los casos se vuelven significativos a partir de los 20 años.
Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de intensificar los esfuerzos en la detección temprana y la concienciación sobre el cáncer de mama en México. La lucha contra esta enfermedad debe ser una prioridad, con la implementación de programas de prevención y acceso a servicios de salud de calidad, con el objetivo de revertir esta tendencia preocupante en la incidencia y la letalidad de esta enfermedad que afecta principalmente a las mujeres.
Blanca Carrillo, líder del componente de cáncer de mama de los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México, y Miguel Adrián González Noriega, jefe de departamento de supervisión operativa en la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, han señalado que la detección temprana es la herramienta más efectiva en la lucha contra esta enfermedad.
González Noriega explicó que el cáncer de mama no es una enfermedad que se pueda prevenir, pero la detección a tiempo de lesiones sospechosas es fundamental. Estas lesiones pueden manifestarse como bultos pequeños, endurecimiento o manchas en las mamas, así como disimetría entre los senos o la excreción de líquido anormal por los pezones.
En la Ciudad de México, se ha implementado una campaña permanente de detección temprana dirigida a mujeres de 20 años en adelante. Se recomiendan diferentes enfoques de cuidados precautorios según la edad. A las mujeres menores de 40 años se les anima a realizar autoexploraciones o exploraciones clínicas, mientras que a las mayores de 40 años se les insta a someterse a mastografías. En caso de detectarse alguna lesión sospechosa, se procede a realizar una ecografía o, si es necesario, una biopsia.
Los funcionarios también destacaron que la atención del cáncer de mama no recae en los gobiernos locales, sino en los hospitales de tercer nivel. En la Ciudad de México, solo tres centros de salud del sector público ofrecen atención contra esta enfermedad: el Hospital General de México, el Hospital Juárez de México y el Instituto Nacional de Cancerología. La detección temprana y el acceso a médica especializada son fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama en México.
Por Areli Rodríguez
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