Cada cuatro años, el mes de febrero tiene un día adicional, lo que significa que ese año tendrá 366 días en lugar de los tradicionales 365. Este fenómeno se conoce como año bisiesto y es una forma de ajustar el calendario a la duración real del año solar.
El origen de los años bisiestos se remonta a la Antigua Roma, cuando se descubrió que el calendario no estaba del todo alineado con el año solar. Para solucionar este problema, se propuso un calendario que tenía 365 días con un día adicional cada cuatro años para así alinearse con el año solar.Este calendario, conocido como el calendario juliano, fue creado por el astrónomo alejandrino Sosígenes y fue utilizado en todo el mundo hasta el siglo XVI.
En 1582, el papa Gregorio XIII introdujo el calendario gregoriano, que es el calendario que utilizamos en la actualidad. El calendario gregoriano también tiene años bisiestos, pero con algunas excepciones. Los años que son múltiplos de 100 no son años bisiestos, a menos que también sean múltiplos de 400.Por lo tanto, el año 2000 fue un año bisiesto, pero el año 2100 no lo será.
Por Omar Carmona
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