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La selección mexicana rompe filas con una satisfactoria fecha FIFA entre las manos.
Luego de dos partidos con excelentes dividendos, el equipo mexicano rompe la que es apenas la segunda fecha FIFA de Jaime Lozano como el técnico titular de la selección mexicana con excelentes sensaciones.
En el primer partido, el equipo mantuvo un desempeño defensivo impecable en todos los aspectos del juego. Desde la defensa de la táctica fija, los intentos de fútbol directo y los rebotes en el área, absolutamente todo fue absorbido y resuelto por la excelente dupla de Montes y Vázquez en la defensa central, el auxilio de Edson en la contención y las laterales tanto de parte de Arteaga como de Jorge Sánchez, el que parece ser el inminente dueño del puesto lateral derecho.
La grata revelación fue Erick Sánchez, quien acabó jugando un rol de medio centro ofensivo para dejar a Chávez y a Edson en una doble contención, situación que Erick resolvió con un excelente criterio en la repartición de balón, pero también con una incansable presión que volvió imposible el tránsito por el medio campo de parte del equipo ghanés. Edson y Chávez fueron siempre un extraordinario primer toque mientras que Sánchez mantuvo correteados a todos los que quisieron transitar por el centro del campo.
Lozano demostró tener esa gran capacidad para marcar diferencias, mientras que Jiménez cumplió con ese rol inteligente de jugar de espaldas y asociarse por dentro con buen criterio. Orbelín, quizás fue el jugador más opaco, cumpliendo en una posición que no sólo te exige un rendimiento mediano, sino algún desparpajo que de vez en cuando sorprenda a la defensa rival.
En el juego contra Ghana, Jaime dió esas cada vez más destacadas señales de ser excelente con los ajustes, desde la actitud del equipo para el segundo tiempo, hasta los cambios oportunos de Huerta y Antuna que se convirtieron en gol, Jaime ha dado incontables muestras de calidad en el ajuste de sus equipos con el juego en desarrollo.
Para el segundo juego, Gallardo recuperó su rol de titular en el lateral izquierdo y fue parte de un bloque defensivo que se perfila como el titular con Sánchez en el lateral derecho y la dupla de Montes con Johan en el centro sumados a la experiencia de Gallardo.
Una defensiva que se comportó correctamente, con un asterisco en el juego aéreo que bastante tiempo tiene para mejorar. La diferencia entre estar o no en instancias importantes son la defensa del juego aéreo contra las más grandes potencias en éste rubro, y Alemania nos hizo ver nuestra suerte en dos ocasiones. No obstante, en la creación de jugadas, México fue excelso defensivamente reduciendo a los balones por aire las posibilidades de un Alemania que tiene muchísima calidad y dinamismo en el traslado de balón. Ésta fue quizás la gran estrella del equipo mexicano, que dentro de los dos goles recibidos por aire, los jugadores rompen la concentración sabiendo que de tú a tú, México fue el que tuvo mucho más capacidad de generar jugadas de ataque, mientras que los alemanes se vieron reducidos a agredir por supremacía aérea.
Los otros dos sacrificados para el segundo juego fueron Luis Chávez y Raúl Jiménez. Dando juego a un Romo gris que está siendo rebasado por Erick Sánchez y por el mismo Luis Chávez, mientras que Santi Giménez dió su mejor partido en cuanto a compenetración con los compañeros y juego de espaldas, sin aún demostrar ese gran ritmo de gol que en Holanda lo tiene como el más valioso de toda la liga.
La otra joya de esta convocatoria fue Antuna, un jugador valiente, incesante y encarador que generó situaciones de gol en ambos juegos, que anotó en ambos juegos y que asistió con un centro milimétrico para un Erick Sánchez que solo tenía una posibilidad de rematar, esa posibilidad se reducía a la baja probabilidad de que Antuna enviara un centro que convirtiera en ventaja los 30 cm de diferencia entre Sánchez y su defensor, una probabilidad de 1 en 100 que Antuna convirtió en realidad y que coronó la actuación de las dos revelaciones más gratas de esta convocatoria.
México se va de su segunda fecha FIFA en este nuevo proceso con cuatro goles anotados, cuatro goles que, sumados a los cinco goles en dos juegos de la convocatoria pasada, nos indican que hemos salido satisfactoriamente de la crisis ofensiva que aquejó al equipo desde el tercer año de Martino y hasta después del Mundial de Qatar.
Además, esta fecha FIFA recuperó la confianza sobre el aspecto defensivo del juego. Ghana no te hizo cosquillas, y Alemania fue exigido hasta el último minuto, ya no nos pintaron la cara con sabor a goleada como en las pasadas gestiones lo hicieron Uruguay, Argentina y Colombia en amistosos, hoy tenemos una pareja de centrales que dan solvencia y competitividad junto a un arquero de grandísima experiencia.
Así pues, Jaime Lozano sale de este compromiso bien librado reparando algo que desde el 7-0 se encuentra roto: la narrativa. Hoy, los encabezados y las mesas de debate son positivas como pocas veces en los últimos tiempos, hoy, las publicaciones en Facebook de la selección no se llenan de 'Me divierte' sino de corazones y 'likes'. Hoy, el equipo puede encontrar el punto de arranque para mejorar un entorno al que le urgía un bálsamo como el de estos últimos diez días de concentración.
La siguiente prueba será en noviembre por los cuartos de final de la Nations League con la gran incorporación de Julián Quiñones al equipo como la gran noticia.
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